"Queren acabar con todo"

El Concello de Sarria da ocho días a los placeros para desalojar los puestos

Alguno lleva más de 30 años. La medida causó gran malestar y no se descartan movilizaciones
Exterior de la plaza de abastos de Sarria, situada en la calle Matías López
photo_camera Exterior de la plaza de abastos de Sarria, situada en la calle Matías López

La amenaza de desalojo que pendía sobre los puestos de la plaza de abastos de Sarria desde hacía meses se hizo efectiva este viernes. Por la mañana, los placeros recibieron de mano de la Policía Local la notificación del Concello, en la que les da un plazo de ocho días hábiles para abandonar el recinto, lo que implica también retirar todos los productos y mobiliario.

La orden generó un gran malestar, por lo que no se descartan protestas. Afecta a los siete puestos que se encuentran ocupados en la actualidad –la plaza dispone de nueve– y que pertenecen a cinco titulares, uno de los cuales lleva instalado más de 30 años.

Les fue entregado un decreto de la alcaldesa, Pilar López, en el que indica que "carecen da autorización pertinente para exercer a actividade de venda de produtos na praza de abastos". El documento alude a un informe del secretario y varias leyes para concluir que "ninguén pode sen título que o autorice outorgado pola autoridade competente ocupar bens de dominio público ou utilizalos en forma que exceda o dereito de uso". El acuerdo, que puede ser recurrido, fija "un prazo de oito días hábiles para que abandonen o mencionado recinto".

La orden de desalojo es el último capítulo de una polémica que comenzó a finales de 2016 cuando, a raíz de una denuncia, el Concello expulsó a la frutera por falta de actividad en el puesto, hecho que la afectada niega y atribuye a una baja temporal por enfermedad.

A partir de ahí se puso en entredicho la situación legal de todos los placeros, a los que en marzo el Ayuntamiento les requirió que justificasen el permiso para ejercer la actividad, por la cual no venían abonando ninguna tasa al no aplicarse la ordenanza.

Los afectados presentaron distintos documentos pero, según el Concello, carecen de validez, lo que ha generado malestar entre los placeros, que ven el desalojo fuera de lugar. Algunos de ellos se preguntan, además, qué pasará con las inversiones que realizaron en los puestos para dotarlos de cámaras frigoríficas o mobiliario. También la clientela se mostraba este viernes "indignada" y varios usuarios se ofrecían ya para manifestarse.

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