Los negocios que alegaron contra la reubicación siguen sin respuesta

El Concello baraja reubicar a los placeros bajo carpa en A Soidade o San Marcos durante las obras

Los comerciantes piden que se les reubique durante el mes de reforma de la Plaza y el gobierno dice que está haciendo "todo o posible". Otra opción es el mercado municipal, pero hay dudas sobre su capacidad para acoger a los 41 negocios que funcionan enfrente
Plaza de abastos
photo_camera Plaza de abastos

El mercado de la plaza de abastos de Lugo podría trasladarse en los próximos meses de forma provisional y por un corto periodo de tiempo -entre cuatro y cinco semanas- a San Marcos o A Soidade. Los puestos se instalarían bajo una carpa con las condiciones necesarias para la manipulación de alimentos durante aproximadamente el mes que está previsto que dure la reforma interior de la plaza de Quiroga Ballesteros. La Plaza dispone actualmente de 59 puestos y 41 unidades de negocio y otra de las opciones que se estudia es el traslado al mercado municipal, justo enfrente, pero hay muchas dudas sobre si dispone de superficie suficiente para colocar a todos los comerciantes.

La concejala de economía y empleo, Ana Prieto, admitió este lunes que el traslado a alguna de las plazas del centro es una de las posibilidades que está estudiando el Concello para reubicar a los placeros. Oficialmente, la edil aseguró que la voluntad del gobierno local es dar una alternativa a los comerciantes -"estamos facendo todo o posible por conseguilo", dijo-, aunque, este lunes en conversación con alguno de ellos, dejó entrever sus dudas. "O que a semana pasasa era seguro, agora xa parece que non é así. Textualmente díxonos que pode que si ou pode que non", explicó una de las placeras. La noticia corrió como la pólvora y a mediodía la preocupación era manifiesta ya entre la mayoría de los comerciantes. "O que non poden é deixarnos sen traballar durante un mes. Que nos poñan onde sexa e como sexa. De que vale que non nos cobren o aluguer? A fin de contas, case é o que menos supón, porque o resto de gastos corren igual (o módulo, a Seguridade Social...)", afirmaba este lunes la dueña de Comestibles Nocri. "E coa clientela que facemos? Aforramos de volver...", añadía la titular de Carnicería Olga.

Olga es una de las placeras que ve innecesaria la reforma proyectada en la plaza, que incluirá la supresión de una hilera de puestos para dejar un espacio abierto en el centro. "Para que hai que tirar todos eses postos? Aquí o que fai falta é máis limpeza, máis luz e uns bos sumidoiros", zanja.

Los comerciantes esperaban tener noticias de los planes del Ayuntamiento este lunes, ya que estaba prevista una reunión con la concejala, pero fue aplazada por esta hasta el jueves. Los tenderos se reunieron por su cuenta la semana pasada tras conocer por los medios de comunicación que la obra ya había salido a licitación. Varios de los asistentes confirmaron que, aunque no suele ser lo habitual, en este caso sí hubo unanimidad para exigir que se les reubique durante las obras o, en el peor de los casos, que se les indemnice. "Non podemos pasar 33 días sen traballar. Hai facturas, recibos...", afirma una comerciante con negocio desde hace aproximadamente un año y con una familiar que será reubicada en la plaza al eliminarse su puesto.

La obra salió a licitación por un plazo máximo de 33 días, pero los comerciantes desconfían de que se cumpla y no les consuela que el Concello haya introducido una cláusula según la cual la empresa que resulte adjudicataria pagará una multa de 1.000 euros por cada día que se retrase. "Os 1.000 euros van ir para o Concello. A min de que me vale?", pregunta una de las comerciantes. A otra, la cantidad le parece irrisoria al lado de los 1,6 millones (cifra de licitación) que percibirá la empresa adjudicataria.

Los comerciantes planteaban que la obra se hiciera por fases, primero hacia un lado y luego hacia el otro, como se hizo durante la reforma de los años noventa, pero el gobierno alega que el proyecto está preparado para ser realizado de forma conjunta.

Ante esta situación, los afectados no ven otra salida que la reubicación. Sostienen que esa es la forma habitual de proceder y que así se hizo en otras ciudades gallegas donde sus plazas fueron sometidas a reformas incompatibles con la actividad. Aunque en la mayoría de los casos fueron obras de mucho más calado y que obligaron al cierre de las instalaciones durante muchos meses o incluso años.

La fecha en la que se realizarán los trabajos es otra de las preocupaciones de los tenderos. El Concello ya ha dejado claro que el cierre no será antes de San Froilán, por lo que podría ser entre esa fecha y Navidad. Aunque ya hay quien avisa de que la campaña no empieza el 22 de diciembre sino que muchos negocios despachan pedidos para las fiestas desde noviembre.

La posibilidad de trasladar los puestos de la plaza de abastos a una plaza de la ciudad bajo carpa puede resultar llamativa porque en Lugo no hay precedentes, pero en realidad es un recurso habitual ante cierres prolongados de los mercados. Cuando el Concello de A Coruña derribó la conocida como plaza de Lugo para hacer una nueva y un párking bajo ella reubicó a parte de los comerciantes en la plaza de Pontevedra. Construyó una especie de plaza portátil, opción que ahora se baraja en Ourense y que se llevó a cabo también recientemente en Ribeira.

La localidad coruñesa estrenó su nueva plaza hace poco más de una semana, tras más de dos años de obras. Mientras tanto, los comerciantes fueron trasladados a una carpa, en la que se dispusieron mostradores con reserva refrigerada e incluso una fábrica de hielo.

En Ourense está prevista en los próximos meses una importante reforma interior de su plaza, que se estima que dure por lo menos un año. Los comerciantes plantean el traslado a la alameda aledaña, pero el Concello está estudiando la viabilidad de esta reubicación porque debajo hay un párking de tres plantas que fue construido para soportar una carga de jardín, por lo que hay que ver si aguantaría el peso de los puestos y de la gente.

PRECEDENTE. El 12 de octubre se cumplirán 22 años del vallado de parte de la plaza de abastos de Lugo para obras en el interior. Se hicieron por fases, duraron más de lo previsto (unos seis meses) y los comerciantes aportaron 180 millones de pesestas, recuerdan. "Temos moitos cartos investidos nela", dicen.

Posibilidades El gobierno local informó este lunes a alguno de los placeros de que los reubicará solo si es viable Afectados Los comerciantes se reunieron por su cuenta para exigir alternativas al cierre Fechas El Concello asegura que el cierre de las instalaciones no se producirá antes de San Froilán Soluciones Algunos comerciantes plantean que se actúe primero en una mitad de la plaza y después en la otra