El grupo del BNG en el Ayuntamiento de Lugo se sumó este viernes a la polémica por la renovada escalera de la plaza de abastos, que desde el martes, cuando se dieron por acabados los trabajos, ha generado discusiones en la calle, en las redes sociales y en el mundo político.
La edil Paz Abraira solicitó que "se tengan en cuenta las quejas de las personas usuarias y se revise esta nueva infraestructura para garantizar la seguridad de quienes la utilizan".
La concejala resaltó que "la obligación del gobierno municipal, junto con los redactores del proyecto, es buscar las alternativas necesarias para garantizar el acceso seguro de las personas al mercado".
Abraira no solo se hizo eco de la situación de las personas "de avanzada edad" que puedan acudir a la plaza, sino que también recordó que la instalación es "un edificio modernista del arquitecto [Eloy] Maquieira", con unas características "bien definidas" que, dijo, "se deben respetar".
