El banco de tiempo reúne en un año a 20 lucenses para intercambiar servicios

La asociación Auxilia, con la colaboración del Concello de Lugo, ha conseguido que el banco de tiempo lucense, creado en enero de 2009, acogiese a más de una veintena de «donantes» dispuestos a intercambiar todo tipo de servicios. Este proyecto social, basado en el pago a través de unidades temporales, no monetarias, ha permitido desde su funcionamiento activo, hace aproximadamente un año, que los lucenses dispongan de un depósito de tiempo donde se ofrecen todo tipo de actividades de forma gratuita apoyadas en el trueque de habilidades entre los propios usuarios. Los participantes no deben abonar ninguna cantidad por el servicio recibido, tan sólo ofrecer a cambio la enseñanza de otra actividad con el mismo espíritu altruista.

Estela Martínez Villalba, la trabajadora social de Auxilia, asegura que las nociones básicas de informática son los servicios más demandados por la gente mayor que desea «ponerse al día» en una sociedad donde las nuevas tecnologías ocupan, cada vez, un papel más importante. Sin embargo, al banco de tiempo de Lugo pertenece «gente de todo tipo», afirma.

La trabajadora social destaca que la labor que la asociación Auxilia desempeña es «tanto de intermediación como de control», pues es la encargada de poner en contacto a usuarios «que tengan perfiles complementarios» y vigilar en todo momento el intercambio de servicios con el fin de que «no se produzca ninguna situación conflictiva».

Martínez explica que mucha gente llama a la asociación para solicitar información sobre el funcionamiento del banco, ya que «muchos de ellos no saben qué actividades existen ni qué pueden solicitar». Como anécdota, comenta sorprendida que en más de una ocasión recibió peticiones insólitas. «Hubo quien llamó a la asociación para preguntar si había alguien que le pudiese arreglar un tabique, pero eso es algo que tiene que realizar un profesional, aquí, obviamente, no se ofrecen ese tipo de servicios», explica Martínez. En el banco de tiempo, cada usuario se ofrece para colaborar con el prójimo en la labor que mejor sabe hacer, por lo que la calidad de los servicios ofertados de manera desinteresada queda garantizada.

MERCADO VIRTUAL

Los bancos de tiempo, que en la actualidad funcionan a nivel internacional, suponen una iniciativa alternativa capaz de solucionar los problemas habituales de la economía de mercado. Gracias a los nuevos soportes tecnológicos que ofrece la sociedad de la información, estos bancos funcionan ya en la red.

Kroonos, bajo el lema «si tienes una habilidad, no necesitas pagar», es la primera plataforma electrónica que ha diseñado un banco de tiempo virtual a nivel internacional.

Entre las habilidades más demandadas se encuentran servicios tan diversos como consejos para la creación de un huerto en la terraza, ayuda terapéutica para las lesiones musculares, gestión de papeleo e incluso información sobre el embarazo y el parto natural. La web ha diseñado además un mapa mundial donde se pueden localizar al instante todas las ofertas existentes en cualquier parte del planeta.

IDEA ECONÓMICA

El primer experimento mutualista le corresponde al anarquista norteamericano Josiah Warren, quien creía en la labor como el coste básico de cualquier producto. Warren creó en 1827 la tienda de tiempo de Cincinnati, que funcionó hasta 1830. Desde la creación de su pionera iniciativa, Warren apostó por el intercambio de actividades colocando en su tienda pizarras para que cualquiera pudiese mostrar públicamente qué servicios ofrecía y qué servicios demandaba.

Funcionamiento

Cualquiera puede compartir tiempo

La forma de acceder al banco de tiempo lucense es sencilla. Basta con acudir a la asociación Auxilia, en el parque de Frigsa, donde un trabajador social entrevistará al futuro miembro con el objetivo de conocer sus intereses y sus conocimientos para delimitar la oferta y la demanda. Si se supera este trámite, Auxilia enviará un boletín de servicios al correo electrónico del usuario y lo publicará en su local social. Esta asociación actúa de intermediaria poniendo en contacto a aquellas personas con perfiles complementarios.

En la red busca el usuario

El banco de tiempo lucense también funciona a través de internet pero, en la red, Auxilia no ejerce de intermediario, los propios usuarios son quienes deben de ofrecer y solicitar los servicios deseados.

ACTIVIDADES

Un trueque de lo más variopinto

En el banco de tiempo lucense se ofrecen todos tipo de actividades. Los servicios estrella son las manualidades, la costura, las nociones básicas de informática, el conocimiento en el arte del cultivo de hortalizas e incluso la simple compañía y conversación.

Un repunte de jubiladas

El perfil más común de los usuarios es el de una mujer jubilada, con hijos ya criados, que desea compartir su tiempo de ocio.

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