El Athletic, que defendía un 3-2 del choque de ida ante el Villarreal, saltó al césped del estadio El Madrigal con la intención de hacer un partido muy serio para lograr uno de los billetes para la siguiente ronda de la competición.
Ernesto Valverde apenas reservó jugadores y sacó casi lo mejor que tiene actualmente en su equipo. Estaba decidido a seguir adelante en el torneo y no reservó a casi nadie. Tal vez Markel Susaeta y Javier Eraso, que últimamente disfrutan de más minutos y el portero Iago Herrerín, fueron las sorpresas más llamativas del Athletic.
Enfrente, el Villarreal sentó en el banquillo a hombres clave como Roberto Soldado, Denis Suárez o Cedric Bakambu para intentar darle la vuelta a una eliminatoria que tenía cuesta arriba nada más empezar el duelo. Y más con la actitud del Athletic, muy ordenado y con todos sus jugadores implicados por una causa: los cuartos.
El tanto de Iñaki Williams en la primera parte tras un gran pase de Aymeric Laporte acabó con cualquier atisbo de remontada y significó el 0-1 definitivo. El Villarreal fue incapaz durante toda la segunda parte de inquietar a su rival.
Al equipo vasco se unió el de Quique Setién. El Las Palmas a priori tenía la eliminatoria muy de cara después de ganar a domicilio 2-3 al Eibar. Sin embargo, a pesar del resultado, de nuevo 3-2, sufrió más de lo esperado para alcanzar la siguiente fase.
Aunque el Eibar se llevó un palo en la primera parte con un gol ridículo en de David Junca en propia meta, consiguió dar la vuelta al marcador para poner contra las cuerdas a su rival. Las dianas de Borja Ekiza y de Sergi Enrich, ambas entre los minutos 52 y 53, pusieron un 1-2 muy inquietante en el marcador para el cuadro canario.
Sin embargo, Las Palmas reaccionó y, al ritmo de Juan Carlos Valerón, que dio la pausa necesaria y decisivo a su equipo para mantener la calma, consiguió dar la vuelta al marcador con los aciertos de Momo y David García. Al final, Las Palmas, por tercera vez en su historia, estará en cuartos para intentar repetir aquella final que perdieron 3-1 en 1978 ante el Barcelona.
