EE UU captura al supuesto líder de la matanza en su consulado de Bengasi

Estados Unidos anunció hoy la captura en una operación secreta del que considera el principal sospechoso del ataque contra su consulado en la ciudad libia de Bengasi en septiembre de 2012, una victoria para Barack Obama, criticado por no haber actuado con rapidez tras ese hecho.

La operación conjunta de fuerzas especiales y miembros de la Policía Federal (FBI), que según el Departamento de Defensa se llevó a cabo la tarde de ayer domingo, se saldó con la captura de Ahmed Abu Jatala, supuesto líder regional de grupo terrorista islámico Ansar al Sharia.

Jatala fue acusado el año pasado por el Departamento de Justicia de tres cargos, entre ellos la muerte de una persona en el curso de un ataque a una instalación gubernamental, relacionados con la matanza del 11 de septiembre en el consulado de Bengasi.

En el asedio fallecieron varios ciudadanos libios, el embajador de EE.UU. en Libia, Chris Stevens, el encargado de seguridad del Departamento de Estado Sean Smith, y dos empleados de la CIA, Tyrone Woods o Glen Doherty.

Obama dijo hoy de Jatala que es "uno de los supuestos cerebros" que planearon el ataque armado contra el complejo consular de Bengasi y aseguró que caerá sobre él "todo el peso del sistema de justicia estadounidense".

Obama afirmó que la captura de Jatala, que se cree que tiene 43 años, "manda un mensaje claro: que cuando se ataca a estadounidenses, no importa el tiempo que lleve, vamos a dar con los responsables y llevarlos ante la justicia".

Jatala concedió varias entrevistas a medios estadounidenses poco después del ataque y reconoció haber estado presente en el consulado poco después del ataque, así como sus ideas radicales islámica, que le llevaron a estar preso durante la dictadura del derrocado Muamar al Gadafi.

No obstante, negó haber dirigido o participado en el intercambio de disparos que desembocó en la toma de las instalaciones y la muerte de los cuatro estadounidenses, una tragedia para EE.UU. que desató críticas contra Obama, contra su equipo de seguridad y contra la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton.

El detenido se encuentra de camino a Estados Unidos, donde será formalmente acusado ante un tribunal de este país, como ya sucedió recientemente con Abu Anas al Libi, capturado en febrero en Trípoli y procesado en un tribunal de Nueva York por los atentados a las embajadas estadounidense en Kenia y Tanzania de 1998.

El fiscal general, Eric Holder, dijo en un comunicado que el Departamento de Justicia podría imputar a Jatala más cargos y aseguró que "la investigación continuará para identificar y arrestar a cualquiera de sus cómplices".

"Desde el día del ataque hemos llevado a cabo una investigación concienzuda y por varios continentes para dar con los responsables", explicó Holder, quien consideró la captura como un ejemplo de que "la memoria de nuestra nación es duradera y nuestro alcance lejano".

La captura coincide con el inicio de una nueva investigación en el Congreso por el ataque de Bengasi, que ha sido utilizado por los republicanos como plataforma para criticar a Obama y a su equipo por no responder con premura ni durante ni después del incidente.

La operación contó con la participación del FBI, departamento policial encargada de investigar el ataque, el primero desde 1979 que acababa con la vida de un embajador estadounidense en acto de servicio.

El Pentágono aseguró que no hubo víctimas civiles ni militares durante la operación secreta y que el Gobierno libio fue notificado de la misión, que tuvo lugar "cerca de Bengasi" y fue ejecutada unilateralmente por EE.UU., según indicó el portavoz del Departamento de Defensa, el contraalmirante John Kirby.

Kirby indicó que la misión "implicó mucha planificación" para identificar adecuadamente y detener a un sospechoso que "intentaba evitar su captura".

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