Duro alegato conta la presidenta de Casco Histórico de Viveiro

El expresidente Ánxel Vázquez afirma que los socios no la soportan y la acusa de politizar el colectivo
Ánxel Vázquez. AEP
photo_camera Ánxel Vázquez. AEP

El expresidente de Centro Comercial Histórico de Viveiro y socio del colectivo, Ánxel Vázquez, hizo pública este jueves una dura carta con la que asegura querer "desmontar as mentiras" que movieron a Dolores Pérez a dimitir de su cargo de presidenta, algo que hizo junto con su directiva, que también se marchó en bloque. Según Vázquez, las razones que adujeron no son ciertas y asegura que las difundió con "odio, rencor y falsedades", sin pasar por los socios y de forma "deshonesta".

Vázquez la reta públicamente a debatir sobre lo sucedido "cuando quiera y donde quiera" y le pide que "tenga la valentía de convocar una asamblea general extraordinaria dando voz a los asociados, a los que por motivos evidentes quiere silenciar, ya que ese sí es el foro adecuado para discutir entre nosotros".

Continúa asegurando que los verdaderos motivos de la dimisión de Dolores Pérez pasan porque "está enfrentada a sus socios, los cuales ya no soportábamos más su despotismo y que, al contrario de lo que usted afirma, estamos más unidos que nunca, pero en su contra. Si le preocupara defender su dignidad, mantenerla intacta, usted hubiera dimitido inmediatamente después de las últimas elecciones locales, cuando se hizo oficial la derrota de la candidatura que usted defendió de forma militante, y casi militar, durante toda la campaña electoral, politizando la asociación hasta límites absolutamente inadmisibles. Pero ahí la dignidad no le daba como ahora golpecitos en el pecho y su conciencia se mantuvo inquebrantable. Una auténtica lástima".

El que fuera presidente del colectivo añade que quiere "afearle el papel que está desempeñando" porque considera que está "intentando desprestigiar diariamente a sus compañeros y tratando con desprecio a los socios a los que se debe, atacándonos ferozmente ya no a nosotros, sino a nuestro medio de vida" y añade que "se la ve feliz retozando en el barro, aunque lo que está haciendo es imperdonable".

Bajo su punto de vista, "no se puede criticar públicamente a los comerciantes desde la presidencia de su propia asociación comercial, y para colmo hacerlo por el terrible delito de querer, cumpliendo escrupulosamente con todos los protocolos sanitarios, dinamizar un poco sus precarias economías. Si todo el mundo fuera como usted desde luego que no nos iba a matar el Covid, pero nos mataría el hambre con toda seguridad. Diga quiénes son esos asesores médicos o científicos que tiene su directiva y que al parecer son más doctos, fiables e ilustrados que los de la propia Xunta de Galicia". Cree que la campaña que pospuso fue "porque usted no la quería", que la tenía que hacer "solo porque la asamblea la obligó" y añade que "nunca pudo entender que usted representaba a un conjunto y que todo cargo, hasta uno insignificante como el suyo, debe de ser absolutamente receptivo a las opiniones de la mayoría, ya que lo contrario a la democracia tiene un nombre: dictadura".

Vázquez se muestra muy duro al indicar que la presidenta saliente "intentó imputarles a casi cuarenta tiendas los contagios de coronavirus de ese fin de semana, incluso los posibles muertos que pudieran darse después, cosa que afortunadamente no pudo hacer porque, una vez más, se demostró que estaba totalmente equivocada" y le afea que pese a su posición anterior "es muy sorprendente que usted, que cierra todos los sábados por la tarde, fuese a abrir justo la tarde del sábado del shopping. ¿Está de broma? ¿No había tanto riesgo?".

Como resumen final le pide que presente sus cuentas "y si cuadran y ha dejado algo más que cenizas ya tendremos tiempo de hablar de sucesiones, no antes. Y después, una vez que haya cumplido con todas y cada una de sus responsabilidades (esas de las que pretende desentenderse), ya puede usted marcharse tranquila y a poder ser sin hacer más ruido porque ya ha hecho bastante".

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