Doce bodegueros harán que Vilachá sea una fiesta este fin de semana

Los actos lúdicos comienzan este sábado, a las nueve de la tarde, con una degustación gratuita de chorizos asados y un baile. La Xunta de Galicia y varios programas Leader ayudaron a restaurar buena parte las construcciones
Participantes en una de las ferias del vino celebradas en Vilachá.
photo_camera Participantes en una de las ferias del vino celebradas en Vilachá.

Doce bodegueros se reúnen este fin de semana para celebrar en Vilachá del Salvadur, parroquia perteneciente al municipio de A Pobra do Brollón, la vigésimo cuarta edición de su feria del vino. Comenzó como un certamen menor debido al gran éxito de otras citas vitícolas de la Ribeira Sacra, como las de Chantada, Amandi y Quiroga, pero ha logrado hacerse un hueco entre ellas y convertirse en un evento muy concurrido gracias a que, además de los buenos caldos elaborados en la zona, el lugar en el que se celebra atesora una de las muestras más representativas de la arquitectura popular gallega.

El escenario elegido desde la primera edición de la feria es un pequeño bosque de castaños donde se agolpan 42 construcciones de planta baja, de gruesos muros de piedra y tejados de pizarra, que durante cientos de años han servido para que los vecinos del lugar pudiesen guardar los vinos que se cosechan en las escarpadas laderas que dan al río Sil, en una zona muy próxima a Amandi.

Programa

Los actos comenzarán a las nueve de la tarde de mañana, cuando la organización del evento invite a todos los participantes a chorizos asados. Posteriormente, habrá un baile que amenizarán el dúo Sabor Latino y el grupo Os Desviaos.

Para la jornada del domingo se ha previsto una misa a las doce de la mañana en la iglesia parroquial, tras la que se leerá el pregón, acto que correrá a cargo de José Luis Blanco Campaña.

A partir de ese momento, varios grupos de cantos de taberna, como As Lucecús, Pingamollo, A Unión de Sarria, Os Tekeles, Con Ton e Son y Os de Sempre, amenizarán el festejo recorriendo las bodegas integradas en un gran souto de esta parroquia.

Los historiadores atribuyen a las bodegas de Vilachá un origen monástico y han llegado a indicar que pudieron haber pertenecido al monasterio ourensano de Montederramo, uno de los más relevantes de la Ribeira Sacra.

El caso es que su utilidad ha servido para que no les ocurriese como a otras edificaciones típicas del rural gallego, que con el paso del tiempo acabaron desmanteladas.

En Vilachá, por el contrario, tuvieron la suerte de que especialistas en la conservación del patrimonio se fijasen en ellas y se procediese a su restauración. Con fondos procedentes de la Xunta de Galicia, del propio Ayuntamiento de A Pobra do Brollón y de varios planes Leader se renovó la techumbre de buena parte de las bodegas, se consolidaron sus paredes y se acondicionaron los accesos a ellas, empredrándolas.

El conjunto arquitectónico, de singular belleza, es uno de los recursos turísticos más desconocidos de la Ribeira Sacra, aunque desde hace unos años es un poco más visitado al pasar por la zona una de las etapas del Camino de Invierno, ruta alternativa de peregrinación a Santiago.

Desde la asociación Amigos dos Camiños a Santiago pola Ribeira Sacra se ha hecho todo lo posible para divulgar este emplazamiento, incluyendo en sus distintos folletos promocionales y en su página web referencias a las bodegas.

Viticultura

La extensión de viñedos que hay en la parroquia de Vilachá ronda las cuarenta hectáreas, donde la media por productor es de unas dos.

Forma parte de la subzona Quiroga-Bibei de la denominación de origen Ribeira Sacra y en la actualidad se considera como una zona pujante y su valoración es alta en el mundo enológico dado que limita con Amandi. En los últimos años fueron varias las personas, sobre todo jóvenes, que decidieron apostar por iniciarse en la viticultura. En el ferial la mayoría de los bodegueros elaboran vino para autoconsumo.

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