Arrastrándose y agonizando. Así llegó Coqui a su casa de la parroquia pontevedresa de Lérez el día de Navidad. Había desaparecido dos semanas antes y sus dueños lo daban por perdido, pero fue capaz de volver a su hogar. Su dueña, Laura Pereira, pudo salvarle la vida llevándole a la clínica veterinaria Peluxa, donde aseguran que no se teme por su vida, aunque haya recibido una brutal agresión.
Por las lesiones que tiene, el animal sufrió un ataque con una escopeta de balines. "Recibió entre 15 y 20 disparos, todos en la cabeza, tenía que estar acorralado de alguna forma para recibir tantos tiros", explican en la clínica. Los veterinarios pudieron extraer algunos de los balines, pero otros se han quedado incrustados en el cráneo de Coqui, que así se llama el gato.
Durante la jornada de este viernes será operado de su ojo izquierdo, que tendrá que se extirpado después de haber recibido un impacto de balín que causó una infección irreparable. Por el momento, no se teme por la vida del animal, que estaba también desnutrido y deshidratado cuando llegó a su casa, aunque "toda cirugía supone riesgos", tal y como explican en la clínica.
La dueña del animal, Laura Pereiro, denunciará los hechos, tal y como anunció en un post de Facebook que se ha compartido miles de veces y ha recibido multitud de comentarios. Así, la familia agradece cualquier información que pueda servir para dar con el responsable de la agresión.