La Diócesis de Lugo, el Concello de O Incio y los vecinos de Trascastro colaborarán para reconstruir, al menos en lo esencial, la iglesia de esta parroquia, cuyo techo se vino abajo en parte el pasado mes de marzo sobre el altar mayor, causando importantes daños, entre ellos, en un retablo.
Según explicó el delegado de patrimonio de bienes inmuebles de la Diócesis, Miguel Gómez, esta entidad ha elaborado un proyecto de intervención en la iglesia, el cual fue presentado a Patrimonio para recabar los permisos necesarios. El documento contempla intervenciones que, solo en el caso del presbiterio, tendrían un coste de unos 40.000 euros, que se incrementarían hasta los 65.000 aproximadamente en el supuesto de actuar en toda la nave.
Según dijo, la intención del Obispado es hacer frente a estas obras con la ayuda de los vecinos y distintas administraciones para "que estean resoltas de cara ao inverno" al menos en la zona del presbiterio por ser la que más urge. Los trabajos consistirían en la consolidación de los muros, que están dañados, reposición de la techumbre y limpieza del interior.
"Non imos deixar que caia", asegura el alcalde de O Incio
El alcalde de O Incio, Héctor Corujo, trasladó la predisposición del Concello a ayudar dentro de sus posibilidades, para lo cual posiblemente tenga que realizar una modificación de crédito en el presupuesto y teniendo en cuenta que corresponderá a la Diócesis asumir la mayor parte de la intervención. Señaló también que ya hubo reuniones con vecinos, que se mostraron dispuestos a colaborar con pequeñas aportaciones.
Lo que está claro, aseguró, es que "se vai recuperar a igrexa". "Non imos deixar que caia", afirmó el alcalde, quien expresó "preocupación" por el acceso al camposanto, dado que "non está en condicións" tras el derrumbe.
La caída del techo de la iglesia se produjo el día 3 de marzo, momento en el que los vecinos oyeron un gran estruendo. El templo de Trascastro arrastraba un mal estado desde hacía tiempo, por lo que se encontraba casi sin uso, siendo solo utilizado para funerales. Las lluvias y el viento pudieron acelerar el deterioro, ocasionando el derrumbe sobre el altar mayor y los daños en uno de los retablos.
