Los sectores oficialista y crítico de En Marea hicieron este domingo lecturas opuestas del resultado del plenario que el sábado dejó patente la división en el partido instrumental. Mientras los afinesa Luís Villares negaron una fractura y afirmaron que se mantiene la voluntad «de traballar xuntos», para el bando de sus detractores la asamblea supuso un «retroceso» en el proyecto. Esa es al menos la opinión de Yolanda Díaz (Esquerda Unida), portavoz de En Marea en el Congreso, que llamó a «repensar» la hoja de ruta que debe seguir la formación si quiere aspirar a gobernar Galicia.
«O que non podemos é camiñar hacia un proyecto minguante, que vai perdendo activos polo camiño», afirmó en declaraciones a la Radio Galega. Con la última parte de esa frase se refería Díaz a la sonada ausencia al segundo plenario de los alcaldes de Santiago y A Coruña, Martiño Noriega y Xulio Ferreiro, alineados con los críticos. Ambos son «imprescindibles» en la senda que debe seguir la fuerza del cambio para la portavoz de En Marea en Madrid, que también se refirió al plante de Esquerda Unida y Podemos en el cónclave. Y advirtió de que «sen actores políticos relevantes non se pode construír unha alternativa real de cambio en Galicia».
Con estos mimbres en el cesto, Díaz concluyó que el proyecto político del partido instrumental es «insuficiente» para lograr su objetivo de arrebatar la presidencia de la Xunta a los populares.
Su lectura sobre la asamblea del sábado es que En Marea «perdeu orza». En ella Villares logró salvar los muebles al mantenerse como líder y sacar adelante sus tesis políticas, pero a costa de alimentar la imagen de división entre las dos fracciones de la fuerza rupturista. Díaz evita culpar al juez lucense en excedencia de la situación y apunta a responsabilidades colectivas, aunque recalca que ella habría hecho las cosas de otra manera.
Sobre la afluencia al plenario —al que asistieron apenas 500 de los 2.400 inscritos inicialmente—, comparó las cifras con las de la primera asamblea de abril de 2016 para llamar la atención sobre la baja participación. «O escenario do sábado era case tristre», dijo.
Un asunto al que los oficialistas restaron revelancia. El sector próximo a Villares negó el sábado que exista una brecha interna en En Marea. «O proxecto común segue vivo e medrando», afirmó desde la coordinadora Gonzalo Rodríguez.
