Un día para marcar territorio

El Leche Río Breogán visita este viernes por la tarde a un Melilla que ha comenzado el curso muy lejos de lo que se esperaba. Los norteafricanos solo ganaron uno de los cinco partidos que jugaron
Erik Quintela durante un partido. AEP
photo_camera Erik Quintela durante un partido. AEP

El Leche Río Breogán parece que, al fin, entre de lleno en la competición. Este viernes por la tarde, a las 18.30 horas en el pabellón Javier Imbroda, en Melilla, inicia un periplo de tres encuentros en nueve días que le ubicará en la Liga y le permitirá adquirir el ritmo competitivo del que hasta ahora ha carecido al haber jugado solo dos encuentros durante un mes.

Volver a la actividad competitiva es en sí misma una buena noticia, pero dadas las aspiraciones del conjunto breoganista es necesario que el grato retorno se vea acompañada de un triunfo. En esta campaña, con la LEB Oro dividida en dos grupos y con un solo ascenso, cada error puede pagarse muy caro.

La visita al decano de la Liga no parece a priori deparar las dificultades habituales. El Melilla, por lo visto hasta el momento, está lejos del nivel competitivo que están mostrando los mejores equipos. La derrota sufrida el pasado fin de semana en A Coruña (93-71) no fue más que el reflejo de la diferencia de potencial que en estos momentos separa a ambos conjuntos.

El Melilla, de hecho, solo ha conseguido un triunfo en los cinco encuentros que ha disputado hasta ahora. Su único éxito se produjo en la cuarta jornada, cuando se impuso al Tizona (93-88), único equipo de la Liga que todavía no ha cerrado un partido de forma positiva.

Entre las deficiencias que ha mostrado el equipo —que una temporada más, lo hace desde la temporada 2013-14, Alejandro Alcoba— está la irregularidad que muestra a lo largo de los partidos, lo que le lleva a recibir parciales importantes. Esto también propicia unas claras deficiencias en el trabajo defensivo y, de hecho, el conjunto norteafricano recibe una media de casi 84 puntos por encuentro. De todas formas, y aún siendo importantes estas carencias, la debilidad que ha mostrado dentro de la zona es su mayor hándicap. Shaquille Doorson y Ablaye Mbaye no han dotado al equipo de la consistencia necesaria dentro de la zona, en el rebote ni tampoco en ataque, donde su aportación está siendo hasta ahora casi testimonial, con 4 y 5 puntos anotados de media respectivamente. En realidad, hasta el momento, el exbreoganista Fede Uclés es el jugador más fiable en las inmediaciones del aro y eso que el jugador almeriense no ha mostrado su habitual acierto en ataque (4 canastas de dos puntos de 13 lanzamientos y tres triples de 11 tiros).

Por lo tanto, si el Breogán mantiene el juego mostrado hasta el momento, es decir, solidez defensiva y un juego interior más que fiable, debería mantener su condición de invicto porque son dos factores determinantes en este juego y ahora mismo son favorables para el equipo de Diego Epifanio.

El conjunto lucense, que este jueves se ejercitó ya en Melilla, tendrá a todos sus jugadores en buenas condiciones a excepción de Roope Ahonen. Aunque Mindaugas Kacinas se ejercitó al margen del grupo en el último entrenamiento celebrado en el Pazo por una leve sobrecarga, eso no le impedirá estar en plenas condiciones con el resto de sus compañeros para intentar conseguir el tercer triunfo consecutivo y mantener para el Breogán la condición de invicto.

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