La Policía Nacional detuvo a dos hombres por su presunta participación en un atraco perpetrado hace unos días en la gasolinera que la empresa BP tiene en A Campiña.
El suceso ocurrió en la madrugada del pasado lunes, cuando varias personas entraron en la estación de servicio -ubicada en la Nacional 640, en el cruce con la parroquia de Muxa- y amenazaron al empleado.
Según el relato que ofreció posteriormente la víctima a varios conocidos, los asaltantes llegaron a las instalaciones armados con un cuchillo y un hacha y empezaron a amenazarlo. Además, lo ataron dentro del local para que no entorpeciera el robo.
Los ladrones revolvieron las instalaciones y se llevaron todo el dinero que pudieron localizar. Los empleados que se encontraban ayer trabajando en la estación de servicio no quisieron confirmar la cuantía exacta del botín, pero fuentes conocedoras del caso señalaron que podrían rondar los 400 euros.
Con el dinero en su poder, los asaltantes -que no sustrajeron ningún otro artículo- se dieron rápidamente a la fuga y el empleado alertó a las fuerzas de seguridad.
ARRESTOS. La Policía Nacional abrió en ese momento una investigación para localizar cuanto antes a los autores del atraco y tardó muy poco en identificar a dos hombres.
Finalmente, los agentes arrestaron a los sospechosos -ambos vecinos de la capital lucense- y los trasladaron a la comisaría de la Rúa Chantada. Uno de los detenidos fue puesto a disposición judicial el viernes y el otro prestó declaración este sábado en el juzgado de guardia.
No está claro a cuánto ascendió el botín con el que se hicieron los atracadores aunque se apunta a que podría rondar los 400 euros
Según comentaban este sábado algunos vecinos de la zona, en base al testimonio de la víctima, los presuntos autores del asalto ya habrían estado en la gasolinera en otras ocasiones, por lo que podrían conocer perfectamente la distribución de las instalaciones y la ubicación de las cajas registradoras.
El trabajador afectado no sufrió lesiones físicas de consideración durante el asalto, a pesar de que lo ataron, pero explicó que pasó momentos de auténtico pánico. De hecho, el hombre tuvo que acudir a un centro médico y se encuentra de baja laboral desde el día del suceso.
Otras personas apuntaron la posibilidad de que uno de los atracadores fuera, de hecho, un vecino de la zona, que conocía la gasolinera porque su vivienda no se encuentra muy lejos de ella . Dijeron que esa era la razón por la que conocía bien la distribución del interior, ya que había acudido con anterioridad con frrecuencia al ser un establecimiento próximo a su domicilio.
