Los detenidos por los disturbios de la huelga de 2010 saldan con multas por el retraso judicial

El fiscal pedía 14 meses de cárcel para cuatro jóvenes por enfrentarse a la Policía tras realizar varias pintadas, pero les reconocen la atenuante de dilaciones indebidas y los condenan a pagar 600 euros ocho años después del altercado

Pintadas en un escaparat de Santo Domingo durante la huelga del 29 de septiembre de 2010. AEP
photo_camera Pintadas en un escaparat de Santo Domingo durante la huelga del 29 de septiembre de 2010. AEP

Los detenidos por los disturbios registrados durante la huelga general de 2010 fueron condenados a pagar multas de 600 euros como autores de un delito de resistencia. El ministerio fiscal solicitaba sendas penas de 14 meses de prisión, pero el retraso judicial jugó a favor de los acusados y la condena de cárcel acabó en una sanción económica, ya que el juez del Penal número 2 de Lugo les aplicó la atenuante "muy cualificada" de dilaciones indebidas.

Los cuatro acusados fueron juzgados el 13 de noviembre de 2017 y el juez dictó sentencia una semana más tarde. Los jóvenes recurrieron el fallo, pero la Audiencia Provincial de Lugo lo acaba de confirmar, ocho años después de los altercados.

Los magistrados consideran probado que el 29 de septiembre de 2010, sobre las tres y cuarto de la madrugada, tres patrullas policiales acudieron a la calle Quiroga Ballesteros tras haber sido advertidos de que varias personas se encontraban realizando pintadas en la calle San Marcos y en la Praza de Santo Domingo.

Los acusaron de pintar con espray en bancos y tiendas, pero los afectados no reclamaron y los absuelven de la falta de deslucimiento

Cuando llegaron los agentes, una de estas personas –J.A.M.G., de 48 años de edad y vecino de O Incio– arrojó una navaja al suelo y se marchó corriendo, pero fue alcanzado por los policías. Cuando lo iban a detener, opuso resistencia y otras dos personas –un lucense con iniciales V.M.G.C. y una joven natural de Ourense, S.R.M.– se acercaron a los agentes y supuestamente comenzaron a golpearlos para evitar el arresto. Los presuntos agresores fueron reducidos y a la chica le fue intervenido un bote de pintura de color negro.

Al mismo tiempo, otra patrulla le daba el alto a otro joven, que también intentó fugarse, pero fue alcanzado. Este chico –el santiagués Antón Santos Pérez, el miembro de Resistencia Galega condenado a cinco años de cárcel por participación en organización terrorista y falsedad documental– se negó a identificarse y le propinó una patada en una mano a una policía.

Los cuatro agresores fueron detenidos y acusados de atentado. Además, la Fiscalía los consideró autores de multitud de pintadas en entidades bancarias, comercios, locales y cabinas telefónicas de las calles San Marcos, Praza de Santo Domingo, Teniente Coronel Teijeiro, Rúa do Teatro y Ronda da Muralla. La Policía arrestó también a otra joven, S.S.L., a la que únicamente le atribuían la autoría de las pintadas, ya que se le intervino un espray de color negro. La chica aseguró en el juicio que el bote estaba "precintado".

DELITOS. Finalmente, los cinco detenidos fueron absueltos de la falta de deslucimiento de bienes de la que habían sido acusados, ya que ninguno de los perjudicados reclamó por las pintadas.

Y tampoco fueron considerados autores de un delito de atentado, sino que el juez del Penal número 2 de Lugo condenó a J.A.M.G., V.M.C.G., S.R.M. y A.S.P. por un delito de resistencia, imponiéndoles a cada uno de ellos cuatro meses de multa con cuota diaria de cinco euros.

Cruce de acusaciones
El juez dice que fueron agresivos y no ve creíble su versión de que la Policía se excedió


En la vista oral, celebrada en el Penal 2, los acusados explicaron que el día de la huelga general de 2010 —convocada contra la reforma laboral, la reducción salarial en el sector público y la congelación de las pensiones— tan solo realizaron labores de piquetes informativos y no "tocaron" a la Policía en ningún momento. Es más, los detenidos alegaron que los agentes se excedieron sin motivo. "Tiraron a un compañero al suelo y solo les pedimos que pararan, ya que el chico estaba llorando e inmovilizado. Nos insultaron y nos detuvieron sin haber hecho nada", dijeron.

El juez, sin embargo, no cree esta versión y concluye que hay pruebas suficientes de que los acusados mantuvieron una actitud "claramente agresiva" y "obstativa a la actuación de los agentes de la autoridad". También considera probado que lesionaron a tres agentes de la Policía Nacional, por lo que los condena a indemnizarlos en 90, 500, y 1.800 euros, respectivamente. La sentencia contra los cuatro acusados ya es firme.