Detenidas una lucense de 61 años y su hija con cinco kilos de hachís

Alegaron que el vehículo no era suyo y que solo iban a por unos zapatos para una boda

Agentes de la Policía Nacional durante un operativo. AEP
photo_camera Agentes de la Policía Nacional. AEP

Una lucense de 61 años y su hija, de 39, fueron detenidas por la Policía Nacional cuando viajaban con una mochila con cinco kilos y medio de hachís en el asiento trasero del coche. Las mujeres, sin embargo, fueron puestas en libertad con medidas cautelares tras alegar que el coche no era suyo y que ellas solo iban a buscar unos zapatos para una boda.

La detención, según explicaron a este diario fuentes cercanas al caso, se produjo de casualidad, cuando los agentes que formaban parte de un dispositivo de control rutinario en una de las entradas de la ciudad detuvieron el vehículo. La sorpresa llegó cuando, al bajar la ventanilla la conductora, el olor a hachís que desprendía el coche era imposible de ignorar, ni desde el exterior. Resultó que en el asiento trasero había una mochila con cinco kilos y medio de hachís, dispuestos ya en bellotas para su venta al por menor.

Las dos mujeres fueron detenidas y puestas a disposición judicial acusadas de un delito de tráfico de drogas. Resultaron ser, además, familiares directas de dos conocidos delincuentes de la ciudad, que también han sido sorprendidos en varias ocasiones con hachís, además de estar implicados en otros delitos de agresión y robo con fuerza.

DE BODA. No obstante, ambas mujeres alegaron no conocer en absoluto la existencia de la mochila. Fuentes próximas a la investigación explicaron que, según el relato que defendieron, ellas solo se desplazaban para buscar unos zapatos para una boda. Según parece, otra hija de la detenida se casa este fin de semana, y la hija arrestada se habría dejado sus zapatos para la fiesta en otro coche que había quedado en un taller.

Ante el riesgo de que taller no abriera en sábado, dijeron, decidieron ir a buscarlos. Para ello cogieron el coche de otro de los hijos de la madre detenida, sin saber que detrás portaban tan peculiar equipaje, y pese a la intensidad del olor que debía desprender, dada la inmediata reacción de los policías tras bajarse la ventanilla.

Pero es que, según parece, ni siquiera está claro que los cinco kilos y medio de bellotas pertenecieran al hijo y dueño del coche, porque según aseguraron las mujeres ese vehículo lo comparten muchos miembros de la familia.

En cualquier caso, esta versión les bastó para ser puestas en libertad con medidas cautelares, aunque siguen acusadas de un delito de tráfico de drogas.