Opinión

Desigual e injusta

LEO UNA información acerca del número de preferentistas de cajas de ahorro a los que no se admitió para el arbitraje. Y no son unos pocos, han sido bastantes miles. Eso es revelador de que el final del proceso que les ha afectado habrá supuesto que se hayan dado comparativamente soluciones desiguales sin fundamento que lo justifique. Si a eso añadimos que los juzgados y tribunales han dictado sentencias diversas, muy distintas, resolviendo las reclamaciones y los recursos de quienes no quisieron aceptar el arbitraje o no pudieron acceder a él, el panorama de desigualdad, a la postre, se acentúa.

Tengo constancia, en lo que a las sentencias de los tribunales se refiere, de un pronunciamiento judicial que condena a una entidad financiera, declarando la nulidad de la suscripción de participaciones preferentes por no haber sido informado adecuadamente el suscriptor. Pero lo llamativo es que este era el presidente de la caja emisora. También me consta la desestimación de demandas deducidas por ser los actores profesionales del derecho, que en otros casos realmente idénticos se han resuelto favorablemente a la pretensión de los demandantes.

También acerca de los intereses y de lo percibido en tal concepto,concretamente acerca de si debía o no ser devuelto, las resoluciones judiciales dictadas ofrecen un amplio abanico de decisiones distintas. Conclusión, que el porvenir de cada uno ha sido según le tocó en suerte, poco que ver en último tiempo con circunstancias diferentes que no se ha sido capaz de determinar. Ni siquiera el resultado ha estado en función de cómo hayan obrado los interesados. La mayor o menor diligencia o cuidado de los intereses no ha sido seguida de un resultado más o menos favorable.

Las injusticias a las que finalmente se está dando lugar, justifican una recusación de todo este lamentable proceso

También los titulares de deuda subordinada, que eran acreedores de las entidades y que de modo arbitrario han visto cómo sus títulos de credito mutaban de hecho en títulos de capital, pueden relatar similares experiencias.

Alguna entidad no rescatada pagó a los preferentistas. Y ahora, también una de las que fueron objeto de intervención, Liberbank en concreto, ha convocado a quienes no habían podido acudir al arbitraje y tampoco lo habían hecho a los tribunales para convenir el pago.

Para llegar a esto se ha seguido un camino tortuoso, y todo ha obedecido, eso se ha dicho, a una decisión y una imposición de la UE, para que España pudiera recibir hasta 100.000 millones de euros destinados al rescate de entidades financieras en dificultades.

Ahora bien, las consecuencias desiguales que la penosa gestión de estas decisiones ha originado, la desigualdad de trato que se han propiciado, las injusticias a las que finalmente se está dando lugar, justifican una recusación de todo este lamentable proceso. Está por ver además que el coste de las reclamaciones, costas, intereses, tasas, etc. no haya consumido, y lo que aún habrá de mermar, gran parte del importe de las deducciones impuestas en el proceso de reestructuración de las entidades, a los preferentistas y a los tenedores de deuda subordinada. En fin, cabe sostener que ha sido todo un desastre y una chapuza.

Bueno. Alguien habrá salido beneficiado: los que fueron encargados de los arbitrajes, y los profesionales del derecho que han atendido, ha quedado claro que bastante bien, las reclamaciones de los perjudicados. Para ocasiones futuras deberían tomar buena nota los eurócratas y los que aquí los secundan batiendo las alas.

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