Desconcierto en los concellos por la orden de declarar gallineros

Los alcaldes de Ribadeo y Trabada todavía no recibieron comunicación alguna de Medio Rural para protegerse de la gripe aviar ►Esos dos concellos son los únicos de la comarca afectados por medidas protectoras para aislar sus animales de aves migratorias
Un gallinero en la parroquia ribadense de Ove
photo_camera Un gallinero en la parroquia ribadense de Ove

Los vecinos de Ribadeo y Trabada serán de nuevo protagonistas involuntarios de una tanda de medidas que tendrán que aplicar para intentar prevenir una nueva epidemia, en este caso la gripe aviar. La Consellería de Medio Rural va a emitir una orden, que todavía no fue publicada en el DOG, para que los vecinos de ambos municipios declaren y aíslen sus gallineros para que las aves caseras no entren en contacto con las migratorias y se contagien de esa enfermedad. Sin embargo, el anuncio de la conselleira Ángeles Vázquez cogió a contrapié a todo el mundo. Se comunicó de forma poco nítida y ni los vecinos ni los alcaldes de ambos municipios recibieron comunicación oficial alguna sobre esta situación o sobre qué deben hacer al respecto.

El alcalde de Ribadeo, el nacionalista Fernando Suárez, declinó hacer comentarios al respecto porque dijo que no llegó al Concello ningún tipo de comunicación, aunque sí lamentó que se vuelva a demandar algo más sobre la gente que simplemente tiene en su casa unos animales para autoconsumo. En cuanto a la alcaldesa de Trabada, sí era consciente de la inminencia de la normativa pero esta redacción no pudo contactar con ella en el miércoles.

Un propietario de gallinas para consumo propio de la parroquia ribadense de Ove que prefirió mantener el anonimato comentaba que aunque en su caso ya tiene un gallinero aislado, la decisión de la Xunta le parece «esaxerada, porque o que queren é evitar que as aves migratorias acaben vindo comer onde as nosas galiñas, e iso é algo que é praticamente imposible que pase. Eu non o vin nunca. Pero bueno, se é para previr, pois terán que facelo».

Otro propietario de gallinas de la misma parroquia ribadense mostró su extrañeza «porque aquí naide nos dice nada. Xa me pasou co da pataca, acabei enterándome polos periódicos de que non podía plantalas. E aínda a día de hoxe non me chegou ningún tipo de comunicación formal de que non podo plantar».

Esto ya sucedió anteriormente y fue necesario colocar unas mallas aislantes en los gallineros.

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