Los valadoureses se levantaron este lunes con el susto en el cuerpo o la sensación de que algo grave había ocurrido en la noche electoral. Un helicóptero patrullaba incesantemente el valle y las carreteras estaban literalmente tomadas por la Guardia Civil y los servicios de emergencia. Hasta los periodistas recibíamos preguntas tempranas que no sabíamos responder. Solo un hecho: un matrimonio de octogenarios no había regresado a su domicilio tras ir a votar el domingo por la mañana. Por fortuna, hubo final feliz sobre las cuatro de la tarde del lunes al ser localizados por otro conductor que se topó con Celsa Chao y Primitivo Marrube circulando por la A-8 a la altura de Mondoñedo, a baja velocidad. Las alertas por redes sociales como las del Concello de O Valadouro o las de El Progreso informaron sobre su búsqueda. Todo se quedó en un susto, aparentemente por el despite de los mayores, que ya están en casa.
De Celsa y Primitivo sus vecinos de Ferreira y Recaré, parroquia cercana donde viven en la Casa do Sabelo, hablan bien y resaltan que, pese a los años, siguen activos y tenían por costumbre coger su Citroën C4 gris para ir a comer al Viveiró y a otras celebraciones.
Pero el domingo, una vez que Primitivo cumplió como ciudadano en el colegio electoral -al parecer ella no pudo votar por haber olvidado el carné-, se dispusieron a disfrutar de la jornada con una comida en Mondoñedo. Además, O Valadouro estaba de fiesta en Santa Cruz y la familia no los echó en falta hasta bien entrada esa noche. Era extraño que no apareciesen tras la fiesta y su hijo emprendió una infructuosa búsqueda por la zona o el Hospital da Costa, hasta dar parte en el cuartel de la Guardia Civil. Allí, el sargento Javier Vázquez Ruiz atendía su puesto tras la intensa jornada electoral, encadenando servicio para coordinar un dispositivo de búsqueda que movilizó al alcalde, Edmundo Maseda, efectivos de Protección Civil y a casi toda la Guardia Civil de la comarca. Cuanto antes se actúe en estos casos, mejor, dicta la experiencia.
El regidor reconoce que el capitán Carlos Fernández Ginzo acudió "con todo o que tiña", desplegando más de diez patrullas de distintos puestos, el helicóptero, el Seprona... después de una larga jornada de trabajo en los colegios electorales. La mayor angustia era que el móvil de la pareja sonaba pero no lo cogían. Eso hacía temer por un accidente grave, aunque suponen que si no contestaron fue porque se despreocuparon del mismo o no escuchaban su sonido.
De haber tenido antes permiso para rastrear y localizar la señal «houbéramolos atopado moito antes, e pensemos que podían necesitar axuda urxente». Al final, fue una llamada de un conocido del sargento Vázquez quien los encaminó sobre el paradero de ambos. ¿Cuántos kilómetros realizaron Celsa y Primitivo después de haber comido en O Valeco de Mondoñedo? En el restaurante reconocieron a la pareja como sus comensales y en O Valadouro especulan con que después comieron bocadillos y dieron vueltas y vueltas. Ahora, estos ancianos de Recaré saben que muchos vecinos, y no vecinos, se preocupan por ellos.
