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Desahucio exprés de Carballo

El cese dejará al subdelegado del Gobierno sin un cargo muy útil en la campaña municipal

Ramón Carballo. XESÚS PONTE
photo_camera Ramón Carballo. XESÚS PONTE

EL DESALOJO EXPRÉS de La Moncloa que va a sufrir Mariano Rajoy, provocado curiosamente por quienes criticaron los desahucios, tendrá una réplica en toda la administración estatal que también se notará en Lugo, donde a pesar de la descentralización administrativa todavía se mantienen un buen número de cargos de libre designación en las diferentes delegaciones ministeriales.

El primero en hacer la mudanza será el máximo representante del Estado en la provincia, el subdelegado del Gobierno, cargo que ocupa desde 2011 Ramón Carballo. El presidente de la junta local del PP ya era consciente de que tenía que dejar el cargo para ser candidato a la alcaldía de Lugo, pero no se esperaba que tuviese que mudarse de la sede de la Praza de Armanyá con tanta premura y con una orden de desahucio vía decreto presidencial.

Aunque el nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene que nombrar gobierno antes de comenzar a firmar decretos de cese, el subdelegado lucense, los cargos de la administración estatal en Lugo y sus asesores ya eran conscientes ayer de su condición de cesantes y seguramente empezaron a buscar cajas por casa para retirar los objetos personales de sus despachos.

El político popular, que no se sabe si volverá a ocupar su plaza de veterinario de la Xunta o será liberado por su partido hasta que se celebren las municipales de 2019,  perderá en todo caso el protagonismo que un cargo institucional ofrece para estar en el candelero y del que ya sacó partido en los últimos meses, en los que se llegó a colar en actos ajenos como la firma del convenio entre Xunta y Concello para alquilar locales en A Tinería. De hecho, su compañera de partido Manuela López Besteiro ya supo en 2003 lo difícil que era salir en la foto desde el momento en el que se bajó del coche oficial de la Consellería de Familia para iniciar una infructuosa carrera por ser alcaldesa.

Para paliar el riesgo de ostracismo, Carballo tendrá además que darse prisa en anunciar su candidatura al Concello y despejar cualquier duda que puedan tener aún los votantes populares. No será la única tarea del cesante subdelegado, ya que como responsable local del partido tendrá que tratar de evitar una fuga de militantes hacia Ciudadanos, una formación que podría comenzar a tener a la puerta de sus sedes colas de desencantados con la indolencia de los líderes populares con los corruptos.

En el Concello le espera al dirigente popular un grupo municipal que también se resiente de la provisionalidad, con un portavoz heredero del anterior que trata de ganar puntos con un discurso agresivo contra la alcaldesa socialista, mientras algunos de los ediles populares dan la impresión de estar con un pie fuera del consistorio y quizá también del partido.

Puede que Carballo, como cualquier otro cesante de este Gobierno censurado, no tarde en volver a un despacho oficial, pero de momento le va a tocar bregar en la siempre movediza arena municipal.

Barreiro, más protagonista
El senador lucense José Manuel Barreiro es, curiosamente, uno de los políticos del PP beneficiados con la caída de Mariano Rajoy, ya que en su condición de portavoz popular en el Senado cobrará protagonismo por el hecho de pasar a la oposición. Si antes su papel casi se limitaba a asistir al presidente en sus comparecencias en el Senado, ahora tendrá que ser el azote del Gobierno socialista desde la mayoritaria bancada popular.

Oferente socialista
El alcalde de Betanzos, el socialista Ramón García Vázquez, será este año el encargado de realizar la Ofrenda del Antiguo Reino de Galicia, que se celebrará el domingo 10 de junio en el catedral lucense. Como ha sido costumbre en las últimas ediciones, a este acto, que tiene tres siglos de tradición pero es de carácter religioso, no acudirán los alcaldes de las mareas de Santiago y A Coruña.

Lugo y la bici eléctrica
La creación de 15 kilómetros de carril bici para unir el centro con el río tiene como hándicap las pendientes del valle del Miño y por eso la millonaria inversión se antoja que inicialmente no será muy rentable. Y es que la primera ruta ciclista urbana de la ciudad va a tan exigente para el usuario medio de Lugo como una etapa reina del Tour. Consciente de ello, el Concello ya se plantea subvencionar las bicis eléctricas.

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