Opinión

Depredadores

NO ES necesario examinar ningún abanico de prioridades para percatarse de que faltan muchas cosas necesarias y sobran infinidad de desazones que zancadillean la avenencia, el entendimiento y la tolerancia entre convivientes. Por eso es muy difícil concretar lo que más perturba o irrita a los españoles, duda que el CIS (a ver si por fin se centra) resuelve, situando en cabeza de los desasosiegos o desvelos el comportamiento de los políticos, desde actitudes del Gobierno, instituciones del Estado, desentendimiento, corrupción o desavenencias partidistas, entre otras inquietudes, por encima del paro, coronavirus o insuficiencias varias que solían encabezar el ranking de penurias, que siguen ahí, pero el laberinto político lo ensombrece todo, sin que advierta el fin del caos, enmarañado por un hatajo de osados/iluminados/engreídos, salvo excepciones. Entre todos urge reconducir el desorden con el fin, al menos, de desterrar, como apunta José Luis Barreiro, "la idea de que somos los ciudadanos más perezosos y chapuceros de Europa, o que estamos gobernados por una manada de depredadores de la democracia que quieren reimplantar el populismo, la confrontación y el guerracivilismo que importamos en los años 30". Si no nos damos prisa, recogeremos escombros.

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