Una persona anónima facilitó el martes a los servicios sociales de A Fonsagrada vídeos y fotos sobre la situación de los residentes en las viviendas comunitarias de A Pobra de Burón. Este material corroboraba la queja inicial surgida un mes antes, a raíz de la llegada a una residencia local de una usuaria procedente del centro clausurado, que tenía signos de cuidados inadecuados.
La trabajadora social de A Fonsagrada remitió el 9 de marzo un correo electrónico a la Inspección de Servizos Sociais de Santiago en el que indicaba que un centro de la tercera edad del municipio alertaba de que en las viviendas comunitarias Burón “non se daba un trato axeitado aos residentes”, según explicaron desde Política Social. Desde la inspección le solicitaron más información, “xa que non podemos actuar en base a comentarios ou rumores”.
Cuando el martes se lograron pruebas aportadas por el nuevo informante, que fueron enviadas por el Ayuntamiento a la Xunta y a la Fiscalía, “xa se contaba con elementos máis que suficientes para abrir unha investigación, aínda que a Xunta poido actuar de oficio coa primeira notificación”, según explicó el alcalde, Carlos López.
La reunión con el informante se celebró a mediodía y por la tarde llegaron los inspectores autonómicos para comprobar el estado en que se encontraban los ancianos.
