El puerto de Alcoa despliega gran actividad y hay más mercantes fondeados que en cualquier otro del noroeste peninsular. Lo habitual son hasta tres bulk carrier esperando con bauxita pero esta semana se concentraron ocho y amarrado a puerto está el chipriota Pontonikis, con 39.941 toneladas de registro bruto.
Desde principios de mes han ido llegando al fondeadero de Os Farallóns bauxiteros que suelen transportar en torno a 40.000 toneladas y tardan en descargar entre tres días y medio o cuatro.
Alcoa no ha confirmado el motivo de esta concentración de grandes buques pero desde hace meses trata de recuperar sus stocks para la planta de Alúmina después de que a finales del 2017 una huelga en Guinea interrumpiese la llegada habitual de material de las minas africanas. Incluso ha incorporado una nueva grúa en el puerto para agilizar las descargas.
Ante el faro de A Atalaia se ve una ciudad flotante con variedad de pabellones. Allí están el italiano MBA Giuseppe (43.024 toneladas de registro bruto), Rosali (40.042 Tn.), Xenia (47.071 Tn.) y CMB Partner (43.001 Tn.) con bandera de las Islas Marshall, Moha Roos (38.731 Tn.) de India, Minoan Dignity (40.014 Tn.) de Liberia y el Medi Salerno (43.402 Tn.) de Hong Kong, además de dos barcos en puerto de los que transportan aluminio y alúmina.
El fabricante estadounidense de aluminio Alcoa -con plantas en A Coruña y en San Cibrao, en la comunidad gallega- anunció beneficios en el primer trimestre, de unos 182 millones de euros y prevé un déficit global de aluminio y alúmina en 2018 en parte debido al retraso para ampliar determinados proyectos en China. Sus previsiones son que la demanda de aluminio crezca entre el 4,25 y el 5,25% este año.
