El joven Daniel Vázquez ameniza el confinamiento en O Valadouro con música

Organiza sesiones para hacer más llevaderos los días en casa
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photo_camera Daniel Vázquez, desde su ventana. EP

Lleva días levantando la moral a los vecinos de Ferreira de O Valadouro con la música, que se ha convertido ya en un entretenimiento habitual y esperado para el vecindario, que aguarda ansioso la llegada de la una de la tarde para disfrutar de una amena sesión vermú en riguroso directo de la mano de Daniel Vázquez Vázquez, un Dj aclamado por el público desde sus casas y desde las redes.  Ha logrado que la gente se olvide del confinamiento y disfrute como si fueran las fiestas de O Oito, aunque en marzo, donde el pueblo debía estar preparándose para el Mercado de Primavera de este sábado, que está aplazado.

«Empecei porque, como todos, teño que estar na casa e pensei vou poñer algo de música para animar ao pobo», cuenta Daniel Vázquez sobre su ocurrencia de hace unos días. Una idea a la que suma sus grandes dotes de Dj —se dedica a ello profesionalmente, al tiempo que trabaja como camarero en el pub Atalaia— y sobre todo potentes equipos de música, pues su padre es promotor de orquestas y se dedica a organizar eventos, en los que Daniel ayuda siempre que puede, sobre todo en el verano.

Una serie de factores que le permiten llegar con la suficiente potencia a las casas de Ferreira, a pesar de que él emite desde su vivienda en la parroquia de Alaxe, que estos días se ha convertido en el epicentro de la animación, pues comparte casa con sus padres y su hermano mayor Eloy, que también intervienen de vez en cuando en sus directos que retransmite, como todas sus sesiones, por Instagram y espera poder hacerlo en breve también en Facebook, pues «estou a ver se podo facelo con outro móbil», comenta.

Daniel ya ha pinchado música muy variada: reguetón, española, electrónica, temas bailables...

Unas redes en las que está recibiendo numerosos apoyos que se resumen en la misma idea: está ayudando a hacer más llevadero el confinamiento, pues la gente está pendiente del reloj para abrir las ventanas y que llegue la fiesta.

Una animación que, como buen profesional, trata de que llegue a todo el mundo y Daniel ya ha pinchado música muy variada: reguetón, española, electrónica, temas bailables... Todo vale con tal de evadirse un poco, o un mucho, pues ya hay varios vecinos que llevan a rajatabla el cumplir con el vermú, la cerveza o el vino a la una en punto, como ayer hicieron algunos, los más afortunados con casa, disfrutando de la soleada mañana. Aún así, Dani se queda con los residentes del geriátrico, donde los trabajadores abren las ventanas para que los mayores puedan también disfrutar de la fiesta y le gusta pensar que se divierten.

A la sesión de la una suma otra el doble de larga a la tarde, de seis y media a ocho y media aproximadamente, «porque despois a xente ten que descansar», dice. «Estou contento de levar algo de ledicia ás casas, aínda que o outro día veu a Garda Civil e díxome que tiña que baixar algo o volume, pero ben; tamén preguntei no Concello por se molestaba, pero dixéronme que ao revés, que o que facía era animar ao pobo nestas circunstancias tan especiais».

El joven lleva el confinamiento lo mejor que puede, aunque al residir en una casa con finca puede disfrutar del exterior y darle unos toques al balón. «Aquí nótase menos o peche», cuenta, aunque echa de menos el poder salir con sus amigos, porque ya era de poco parar en casa, confiesa.

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