Daniel Innerarity: "Fui un candidato decepcionado, la política es gestionar la decepción"

El primer Innerarity globalizado fue un escocés emigrado a Estados Unidos. Daniel Innerarity residió en media Europa antes de establecerse en Siberia, frente a los Pirineos. Estuvo este miércoles en Santiago hablando sobre identidades en un mundo que cada vez es más homogéneo
Daniel Innenartity
photo_camera Daniel Innerarity, en Santiago. PEPE FERRÍN (AGN)

El tatarabuelo de Daniel Innerarity procedía de Inverarity. El funcionario de inmigración se confudió y escribió Innerarity. Fue el primer aviso de que el mundo perdía sus esencias locales. Innerarity (Bilbao, 1959) es catedrático de Filosofía, e investiga y da clases en las universidades del País Vasco y Florencia. Asesoró a Zapatero, Ibarretxe, Urkullu o Errejón, y fue candidato de Geroa Bai (PNV navarro). Este miércoles abrió un foro sobre identidad en el Consello da Cultura Galega, en Santiago.

En la conferencia se pregunta qué es la identidad.
La identidad parece algo evidente, pero estamos ante un enigma. Trato de mostrar la complejidad de la identidad colectiva. Por ejemplo, la identidad de los afectados por el cambio climático trasciende fronteras. No se puede prohibir el cambio climático en Galicia. Somos sociedades interdependientes, no unidades autárquicas.

Europa parece haberse quedado sola en la lucha contra el cambio climático.
No está muy acompañada. Pero está haciendo un ensayo único en la historia de la humanidad al intentar conciliar lo social, lo económico y lo político.

Tiene miles de identidades.
Porque ha respetado la diversidad  de lenguas y culturas. Eso provoca dificultades, pero esa diversidad no puede ser suprimida.

Las identidades locales son asumidas en mayor o menor medida, pero la identidad europea es un sentimiento de élites.
Europa la construyeron Francia y Alemania, que desconfiaban de sus pueblos por el nazismo y Vichy. Su primer interés era unificar mercados y no se tuvo en cuenta a la población. Las decisiones de la Unión Europea ya no son técnicas, sino cotidianas. La población rural y los trabajadores perciben que el mercado los desprotege. La movilidad es una broma para ellos.

Donald Trump y Boris Johnson recurren a un lenguaje que va contra las élites a las que pertenecen

El temor a perder la identidad ha hecho crecer un nacionalismo de ultraderecha en toda Europa.
Europa respeta la diversidad a diferencia de muchos estados nacionales, pero hay temores como que se impone el idioma inglés.

Explíqueme a Trump.
Su política es cortoplacista, es la protección de lo propio. Es reconfortante saber que va a construir  un muro para quien se sienta amenazado, pero eso no resuelve la protitución o el tráfico de drogas. Provoca más xenofobia y miedo. Defender lo nuestro sin implicarse en lo colectivo es un error. Vuelvo al cambio climático. Una estrategia nacional impide tomar las medidas oportunas.

Las clases populares votaron a un ultrarrico como Donald Trump y a un estudiante de la élite como Boris Johnson.
Usan la mentira. Recurren a un lenguaje que va contra las élites a las que pertenecen. Los sectores  desprotegidos buscan un protector en el que confiar. Ese protector es de la élite, es la vieja solución.

El cacique.
Sí. Es estilo de protección. Es un consuelo pasajero y engañoso.

No entienden que haya desaparecido el mundo que conocieron, el del estado nacional

Bruselas les queda lejos.
No entienden que haya desaparecido el mundo que conocieron, el del estado nacional. Creen que es posible recuperarlo en lugar de entender que el mundo es global y que no sirven los instrumentos del pasado.

Dice que el mayor peligro de la política no es la violencia, sino la simplificación. Los mensajes sencillos llegan a más personas.
El tiempo y el espacio público son limitados, por eso se simplifica el mensaje.

Pasó de asesor a candidato.
Me pareció que en Navarra era necesario un cambio político. Quien se dedica a la filosofía política debe conocerla. Fui ya decepcionado. La política es la gestión de la decepción.

Comentarios