Dan por desaparecido en aguas de Gran Sol a un marinero indonesio

Era la primera vez que el experimentado pescador faenaba a la merluza al oeste de Inglaterra, a bordo del barco Nuevo Ebenezer

El nuevo Ebenezer de Basanta Fra, atracado este miércoles en el puerto de Burela. D.V.
photo_camera El nuevo Ebenezer de Basanta Fra, atracado este miércoles en el puerto de Burela. D.V.

Un pescador indonesio, de 37 años, Smalet Supriyono, desapareció en torno a la una de la madrugada de la noche del domingo al lunes, en Gran Sol, tras recoger la última boya del aparejo con la que la tripulación del Nuevo Ebenezer pescaba merluza en aguas británicas. Llevaba apenas dos meses embarcado en este buque con base en Burela, donde residía el marino -parece ser que con su hermano, que estaba de vacaciones en Indonesia-.

Contaba con una gran experiencia en barcos de la zona, aunque más con la pesca del pez espada.

La Policía Judicial de Burela, interrogó a los 15 miembros de la tripulación e inspeccionó el barco a su llegada a puerto, a las once de la noche del martes, día en que estaba prevista la venta de 13.000 kilos del pescado capturado -si bien el incidente obligó a parar antes de tiempo la pesca-. El capitán marítimo, Fernando Otero, también se ocupó de supervisar que todos los elementos de seguridad del buque estuviesen en perfecto estado, como así era.

Según los datos a los que ha podido tener acceso este periódico, el marino se encontraba en la cubierta, de madrugada, trabajando con los demás en la recogida de los aparejos, en una noche con buen tiempo. Recogió la última boya y la colocó en su sitio. Poco después, se apagaron las luces porque ya se había terminado la labor, pero los marineros se dieron cuenta de su ausencia. Al buscarle, encontraron en el lugar de cubierta donde lo vieron por última vez, su ropa de trabajo, como si se la hubiera quitado. Enseguida el patrón dio la alerta a Salvamento de la zona. Este servicio británico dedicó más de 30 horas por barco y desde el helicóptero a buscar al infortunado marinero, según los protocolos de recorridos paralelos, que se trazan de norte a sur, con rumbos opuestos y dejando espacios entre cada navegación.

Todos los barcos están avisados de lo sucedido por si vieran al desaparecido o indicios del mismo pero el informe que se pasará al juzgado 1 de Viveiro lo da por desaparecido. El armador, Abelardo Basanta, presidente de Absa, estuvo en vilo la noche de la desaparición y la tripulación se mostró muy apesadumbrada. Desconocen cómo mostrar luto pues no quieren faltar al respeto al marinero ni a la religión musulmana que al parecer profesaba. Basanta se prondrá contactará con la embajada para avisar a la familia. El barco volverá a zarpar hacia Gran Sol pero sin un marinero, según señalaron.

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