Curro Torres: "Juanfran hizo méritos para haber tenido más tiempo en el Lugo"

El extécnico rojiblanco cree que Tino Saqués escucha a "demasiadas personas" y eso le afecta a la hora de tomar decisiones
Curro Torres, en el Ángel Carro. ARCHIVO
photo_camera Curro Torres, en el Ángel Carro. ARCHIVO

El CD Lugo ha apostado por un cambio de titularidad en el banquillo con la contratación de Mehdi Nafti después de la destitución de Juanfran García, que había salvado al equipo la temporada pasada y que, en palabras de su antecesor en el cargo, su amigo Curro Torres, hizo méritos "para haber tenido más tiempo". 

Torres, que había cogido las riendas del equipo en Navidad y fue destituido a falta de seis partidos, explica en una entrevista con Efe que el Lugo es un sitio "idóneo" para "estar, crecer" y tener "un proyecto estable", pero matiza que su presidente y dueño, Tino Saqués, escucha a "demasiadas personas" y eso le afecta a la hora de tomar decisiones. 

El exjugador del Valencia aprovecha la pausa en su carrera en los banquillos para estar "con la familia, adquirir más conocimientos" y empaparse de fútbol mientras busca "otra oportunidad", a la espera, además, de que a los entrenadores que están sin equipo se les permita "acceder a los campos" para ver fútbol en directo. 

De su paso por el Lugo recuerda que "en la primera etapa antes del covid" el equipo había "conseguido una línea con mucho equilibrio, siendo más efectivo y regular". 

"Después del parón, ganamos al Racing, pero luego empezamos a tener algunos resultados no todo lo deseados que queríamos y fueron mermando la confianza del equipo. Además, hubo pequeñas circunstancias", matiza. 

Se refiere, en concreto, a "un penalti en el campo de Las Palmas con uno menos, un penalti no revisado contra el Málaga, una mano del Zaragoza y una jugada mucho más que dudosa contra el Sporting". 

Asume que, "al final, en el fútbol, mandan los resultados" y de su salida del club explica que le "sorprendió" porque horas después tenía "un partido vital con el Numancia", aunque, al mismo tiempo, se alegra de que "con el cambio" de entrenador, el equipo "consiguiera la salvación". 

"Lo importante es la estabilidad y confianza que se pueda tener"

Torres reconoce que el equipo notaba "demasiado los golpes" en los partidos y se "venía abajo", una cuestión mental a la que su sucesor, Juanfran, le dio "una vuelta" que se vio acompañada por los resultados. "Eso te da confianza y energía y me alegro muchísimo, porque aparte es amigo mío", señala. 

Curro Torres la temporada pasada, Juanfran en la actual después de cinco jornadas y lo mismo con Lucas Alcaraz en el Albacete. Es la volatilidad del fútbol y los entrenadores. 

"Lo importante es la estabilidad y confianza que se pueda tener. La temporada pasada consiguió una serie de puntos muy buenos y la gente a nivel de confianza había crecido y ahora, quizás, desde dentro vieron que todo eso estaba mermando. Juanfran hizo méritos suficientes para ganarse la renovación y haber tenido algo más de tiempo, pero estamos expuestos a esto", asume. 

Admite que los entrenadores son "la parte menos fuerte dentro del fútbol", recuerda que no pueden dirigir a otro equipo hasta la siguiente temporada si son cesados, y dice que, en parte, eso les pasa por circunstancias inherentes a ellos. 

"Los clubes y jugadores tienen el mayor poder, nosotros dependemos del resultado y el trabajo que se haga, pero creo que los mayores culpables somos nosotros. Los jugadores están protegidos por AFE (sindicato de futbolistas), los clubes son los dueños y tienen LaLiga y nosotros no tenemos a nadie, no tenemos fuerza", justifica. 

Incide en que "los culpables" de esa volatilidad de los técnicos son ellos mismos, que también se pisotean. "Todos queremos entrenar equipos y creo que deberíamos tener una asociación mucho más fuerte para poder defendernos". 

"Saqués es una persona especial, pero no diferente a lo que te puedes encontrar en otros clubes"

Curro Torres explica que "los proyectos necesitan tiempo para poder funcionar", pero al tiempo se pone en la piel "del dirigente" y puede "llegar a entender" las destituciones "porque hay mucho en juego". 

En su caso, lo sufrió con Tino Saqués. "Hasta el día del Sporting (su último partido), la relación estaba bien, pero ya nunca más supe de él. No recibí ninguna llamada, mensaje ni comunicación por su parte. Es lo que más me entristece", confiesa. 

Al presidente del Lugo le considera una "persona especial, pero no diferente a lo que te puedes encontrar en otros clubes" y aporta una de las claves sobre tantos relevos en el banquillo en los últimos años. 

"Creo que el entorno, que pueda escuchar a mucha gente, no le ayuda a tener un proyecto estable, porque tiene un gran club, una gran afición, una ciudad maravillosa y es un sitio idóneo para trabajar tranquilo y a gusto. Las cosas se pueden hacer mejor", arguye. 

Torres, que no tiene "dudas" ni de la plantilla ni del secretario técnico del club, Manolo Mandiá, justifica la mala racha que desembocó en su destitución por la desconcentración que supuso la llegada de un responsable deportivo "en mitad del confinamiento" y por que las ampliaciones de los contratos que finalizaban el 30 de junio no se resolvieran hasta "el último día". 

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