Los vecinos de la parroquia guitiricense de Santa Cruz de Parga han mostrado su malestar por las tareas que se están llevando a cabo desde hace un tiempo para instalar un nuevo cierre perimetral en los terrenos que ocupa el campamento militar que hay ubicado en la zona, puesto que se están empleando para tal fin concertinas de seguridad, un alambre de cuchillas en formato de bobina que consideran que supone un gran peligro para las personas y los animales.
La instalación de este tipo de cierre ha sido la gota que colma el vaso para los habitantes de esta parroquia de Guitiriz, que apuntan que desde que llegó el nuevo mando al campamento, un teniente coronel que ocupa el puesto desde hace unos tres años, la relación de los vecinos con el destacamento se ha ido deteriorando poco a poco.
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