85-86. Sin criterio y sin ideas el Breogán da el petardazo

El equipo lucense cae ante el humilde Almansa en el Pazo después de una racha de resultados positivos
Powell bota el balón. SEBAS SENANDE
photo_camera Powell bota el balón. SEBAS SENANDE

EL AÑO EMPIEZA con breoganada. Ya se sabe, esa rara, continua y casi histórica habilidad que tiene el Leche Río Breogán para fallar en el momento más inoportuno y en el más inesperado. Había acabado el año para los jugadores de Diego Epifanio con buenas sensaciones como equipo y asomando la cabeza en el grupo de élite de la LEB Oro. Incluso los dos últimos partidos en el Pazo los había resuelto con absoluta contundencia. No había, por lo tanto, indicios para sospechar que el Breogán pudiera naufragar en el último encuentro de la primera vuelta.

Pero naufragaron y de qué manera. Vaya por delante el justo reconocimiento a un rival, el CB Almansa, al que no se le puede discutir la justicia de su triunfo. Con sus limitaciones, el equipo dirigido por Rubén Perelló supo sacar lo mejor de sí mismo, aprovecharon sus opciones y después de aguantar la primera embestida local, fueron armándose de confianza para acabar decidiendo el encuentro donde tenía que hacerlo, sacando partido de los rebotes ofensivos y buscando siempre a sus hombres más resolutivos, como Cvetinovic, Harris, Maxwell y, en el tramo final, el base Miguel Cardoso.

Para el Breogán el partido es un paso atrás importante. Tanto a nivel clasificatorio como de expectativas en cuanto a las posibilidades del equipo. El equipo lucense, aunque tardó tres minutos en anotar sus primeros puntos, se fue con cierta comodidad en el marcador (20-6) en el minuto 9. A lo mejor esa comodidad fue la peor consejera porque el equipo lucense perdió intensidad en su juego y criterio en sus decisiones.

El cuadro lucense tuvo en su mano los diez segundos finales, pero Soluade falló

Dejar remontar a un rival con hambre como el Almansa (32-31, en el minuto 16) no podría traer nada nuevo. Y es que el Breogán volvió a convertirse en aquel equipo de hace algunas jornadas al que cualquier rival le hacía cerca de noventa puntos. Pero los problemas no se redujeron al trabajo defensivo; en ataque la desorganización fue creciente hasta convertirse en un caos.

Recibir 86 puntos de un equipo que anota una media de 74, que lo haga además con una notable mejoría, con respecto a su media, en el porcentaje sobre todo de tres es un indicador. Pero también lo es que el Almansa capturara 15 rebotes bajo el aro local o que al final las pérdidas acumuladas por los celestes sumaran un total de 14.

MAXWELL, UNA PESADILLA. Aunque teniendo en cuenta el mal partido en general, no es del todo justo centrar los problemas en un aspecto concreto, pero si se pretendía diluir la sensación de que este equipo necesita para ser competitivo con los mejores, reforzar su juego interior el encuentro de ayer sirvió justo para lo contrario. Stephen Maxwell, con sus dos metros pelados de estatura, fue más que una pesadilla dentro de la zona. Ahí quedan sus números, los mejores de la temporada, con 17 puntos anotados, de los que 11 fueron de tiros libres y siete rebotes capturados, cinco en ataque.

Después del momento ya comentado en que el Almansa se situó por primera vez a un solo punto (31-32), el encuentro se movió siempre dentro de unos parámetros de igualdad, aunque casi siempre con exigua iniciativa local. La situación se puso seria de verdad a falta de cinco minutos para el final (71-76) tras una canasta triple de Harris. Tras un tiempo muerto, el Breogán reaccionó con una canasta triple de Peña y dos puntos de Powell. La igualdad se mantuvo hasta entrado ya en el último minuto. Miguel Cardoso anotó después de que su equipo capturara tres rebotes ofensivos consecutivos (81-82).

En la jugada siguiente Ahonen perdió el balón en un pésimo pase que aprovecha el Almansa para situarse el 81-83. Fueron acciones clave. A falta de catorce segundos, Harris anotó una triple que parecía sentenciar el encuentro (82-86), pero Peña devolvió las esperanzas (85-86) a falta de once segundos. Cvetinovic falló dos tiros libres y el Breogán dispuso de diez segundos para ganar pero su caótico ataque acabó con un mal tiro de Mo Soluade.

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