Creaciones con estilo pontés

La diseñadora de moda Ana Belén Fernández Martel ha encontrado en la confección de mascarillas una forma de reinventarse en tiempos de covid
Ana Belén Fernández Martel, en su mesa de trabajo. EP
photo_camera Ana Belén Fernández Martel, en su mesa de trabajo. EP

Estudió en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires Diseño de Indumentaria, una formación que convalidó en Galicia, a donde viajó como regalo de fin de carrera de su padre. Así fueron los primeros pasos en tierras gallegas de Ana Belén Fernández Martel, una diseñadora de moda vecina de As Pontes que en tiempos de covid está tratando de reinventarse, creando sus propias "mascarillas hechas a mano" y con mucho estilo, explica, mientras hace un repaso por su historia vital.

"Vine en 2003. Era un viaje por Europa con parada en Chantada, la tierra amada donde nació mi papá", cuenta Ana Belén, que aunque al principio venía con idea de quedarse un año "a hacer un máster y especializarme", finalmente se puso a trabajar y ya no volvió a Argentina.

"Primero estuve en un taller de A Coruña como pinche. Luego en otro en Sigrás donde hacíamos cosas para Caramelo. El trabajo era muy duro y decidí salir por un tiempo del sector", relata la diseñadora, que durante año y medio trabajó como teleoperadora.

Desde que empezó el pasado mes de octubre con el proyecto de las mascarillas ha vendido alrededor de 1.000 unidades

Finalmente en 2007 se asentó en As Pontes —donde también tenía familia por parte de su padre—, pero siguió yendo y viniendo a A Coruña para desarrollar su labor en un estudio de diseño. "Fue mi gran experiencia laboral. Allí hacíamos algunos trabajos para Inditex, pero la mayoría eran para una gran superficie del País Vasco", cuenta Ana Belén, quien entró en el equipo para diseñar la colección de bebés, aunque poco a poco fue añadiendo departamentos hasta que en 2013 el estudio no pudo seguir adelante.

Ella sí lo hizo. Como autónoma mantuvo ese cliente hasta finales de 2019. "El covid lo complicó todo, pero ya sabía que me iba a quedar fuera por una decisión empresarial", confirma.

Fue entonces, en pleno confinamiento, cuando nació la alternativa de las mascarillas. "Con la pandemia, el encierro y el no tener trabajo tenía la necesidad de hacer algo que me cambiara la cabeza. Primero hice mascarillas para los de casa y, al salir, a la gente de mi alrededor les gustaron, y me empezaron a animar a venderlas", cuenta Ana Belén, que desde octubre ha confeccionado unas 1.000 unidades.

Mascarillas confeccionadas por Ana Belén Fernández. EP

Así, ha tenido pequeños encargos para familiares, vecinos y amigos, pero también para pequeñas y medianas empresas, anpas y hasta para centros veterinarios que han repartido sus diseños a nivel nacional.

Actualmente, está tratando de informarse y ponerse al día de los últimos requerimientos que exige el gobierno para las certificaciones de las mascarillas de tela, mientras recibe encargos en sus redes sociales —@ab_anabelenfdezmartel— y también tiene sus creaciones a la venta en dos comercios de As Pontes: Vilaboy Moda y Kaye.

"En diciembre entré en el market de Cohempo, pero todavía no he tenido tiempo a colgar ningún producto", explica la diseñadora, que aunque ahora está centrada dando puntadas a esta prenda obligatoria, no cierra ninguna puerta.

"Me encantaría volver al diseño, sobre todo de ropa de niños, porque creo que es donde hay mercado. Pero no es un buen momento de hacer una gran inversión", indica esta autónoma, que desde hace unos meses también da clases online de diseño de moda y asesoramiento de imagen para una empresa de formación de A Coruña. Puertas que se van abriendo para una mujer luchadora y llena de ideas y metas por cumplir.

Comentarios