ES UN ETERNO dilema a la hora de hablar de turismo. ¿Dónde se pone el límite de visitantes, como se establece y cuál es la manera ideal de conciliar el ocio de las personas que vienen de fuera con la rutina diaria de todos los seres que habitan un determinado territorio? En O Courel se ha puesto en marcha una iniciativa para fomentar un turismo sostenible, que evite la masificación y que respete al máximo tanto las especies vegetales y animales como las costumbres locales.
En este proyecto colaboran la Fundación Oso Pardo -creada en 1992 con el fin de conservar este animal y su hábitat y seguir su población en la Cordillera Cantábrica y los Pirineos-, la Asociación de Desenvolvemento Rural Serra do Courel, el Ayuntamiento y numerosos negocios hosteleros y colectivos de la comarca. El coordinador del proyecto, Fernando Ballesteros, destaca además que la idea "salió de la propia gente de O Courel, algo que aplaudimos y que consideramos muy importante".
Según Ballesteros, todo comenzó con la preocupación por parte de los courelaos acerca de cómo plantear el turismo, sobre todo una vez que la Unesco ha concedido a este territorio la distinción de geoparque mundial. Con esa meta, se ha ideado un código de buenas prácticas acompañado de un distintivo a disposición de los clientes.
Fernando Ballesteros pone como ejemplo A Devesa da Rogueira, uno de los puntos más emblemáticos y visitados de O Courel. "Es un territorio precioso, con un paisaje cargado de etnografía. No se puede prohibir el paso, pero sí se debe concienciar acerca de adónde se está yendo y de que no pueden ir 80 personas por un mismo sitio haciendo ruido", explica.
La iniciativa busca que el turismo y el respeto por la naturaleza vayan de la mano y que la afluencia de visitantes no haga peligrar las diferentes especies que habitan en O Courel. Ballesteros asegura que desde el geoparque "se han interesado por nuestro manual para ponerlo en práctica".
Entre algunos de los puntos se encuentran el conocimiento de la normativa vigente. Buscar información previa a la visita, consultar en las oficinas de turismo, solicitar las correspondientes autorizaciones en caso de ser necesario, revisar cuáles son los periodos y zonas de caza y las actividades previstas y comprobar el reglamento referente a la tenencia de animales de compañía.
Planificar cualquier plan, sea del tipo que sea, se antoja también fundamental para no generar molestias e impactos. Los promotores de esta iniciativa recomiendan organizar actividades en grupos pequeños, fuera de las campañas de mayor afluencia y que estén basadas en el disfrute e interpretación del patrimonio paisajístico y cultural.
FLORA Y FAUNA. Es uno de los puntos más importantes del tratado de buenas conductas elaborado en O Courel. Es vital mantener una distancia de seguridad que evite alterar el comportamiento de los animales o cesar la actividad si se detectan molestias.
En este apartado se enfatiza en caminar haciendo el menor ruido posible, usando las rutas habilitadas para ello y no modificar el entorno. Además, en caso de ir con perros, deben ir atados o próximos a su propietario.
Desde esta serie de colectivos advierten también de la existencia de especies sensibles o amenazadas. La información a través de las redes sociales puede provocar una masificación que genere un riesgo en este tipo de entornos, de ahí que los expertos recomienden evitar una gran difusión de sus hábitats.
