Coreografías sobre ruedas

A PIRINGALLA. Vanesa Parada
Vanesa Parada (centro), un ejemplo de pasión por el patinaje artístico (Foto: J. VÁZQUEZ).

ARTE EN PATINES. Entre las distintas modalidades de patinaje que se practican en el polideportivo Daniel Cordido, el artístico es el más bello y de mayor plasticidad. Vanesa Parada es la responsable de esta escuela, en la que entrenan niños y niñas de todas las edades

deslizarse sobre las ruedas de unos patines para ejecutar toda una serie de ejercicios en los que se combinan la técnica con la interpretación artística, exige una extraordinaria forma física, gran capacidad de concentración, muchas horas de entrenamiento y los consejos y experiencia de entrenadoras, como Vanesa Parada, que no sólo han hecho de esta disciplina su forma de vida, sino que con su trabajo diario contribuyen a su difusión entre las nuevas generaciones.

Vanesa descubrió esta disciplina en las vacaciones de verano que pasaba en Vigo, ciudad que ya gozaba con una cierta tradición en esta disciplina. No era así en Lugo, donde esta joven sarriana fue prácticamente una pionera. Hace ahora diez años, esta joven impulsó la creación del club Anca, «el primero de patinaje artístico que se creó en la provincia de Lugo», matiza.

A través de la propia labor del club y de las escuelas, que dirige en la mayor parte de los concellos de la zona centro de la provincia, Vanesa Parada se ha convertido en una de las principales embajadoras de este deporte, en la que sigue los pasos de unos 80 alumnos. De ellos unos 30 están compitiendo con cierta regularidad. «Hay una cantera muy prometedora», afirma la entrenadora.

En el caso de la escuela de patinaje de la capital lucense, Vanesa Parada lo inició hace un par de años, «tras el ofrecimiento que me hizo el club Lóstregos para que me hiciese cargo de la parte de artístico».

Se trata de un proyecto a largo plazo, con el que esta joven sarriana espera contribuir a la divulgación de esta disciplina en la ciudad. «Mientras que en otras capitales gallegas e, incluso en otras localidades de la provincia, el patinaje artístico goza ya de un cierto reconocimiento, en Lugo todavía sigue siendo un desconocido y esperamos que la escuela sirva para darlo a conocer», afirma.

El proyecto ya empieza a dar sus frutos y, en este segundo año de funcionamiento de la escuela, ya hay deportistas que han comenzado a competir, demostrando que en Lugo hay una buena materia prima.

Vanesa Parada reconoce, sin embargo, que llegar a ser un buen patinador artístico exige tiempo y años de aprendizaje, «porque requiere elasticidad, equilibrio, ritmo y dedicación, si se quiere llegar a competir».

Y es que la competición y los entrenamientos son las dos grandes pasiones de esta patinadora, que reconoce lo gratificante que resulta «empezar a trabajar con niños y niñas que no sabían sostenerse sobre unos patines y, con el paso del tiempo, ver todo lo que son capaces de hacer sobre unas ruedas».

Pero sin llegar a las exigencias que marca la competición deportiva, Vanesa Parada invita a todos los niños y niñas a probar el patinaje. «No todas las personas lo hacen con el afán de competir y las clases son un buen lugar para aprender a deslizarse con seguridad. Además, iniciarse en este deporte no resulta caro e, incluso, a los que quieren probar por primera vez, les dejamos el material necesario para que no tengan que hacer ninguna inversión innecesaria, en el caso de que no les guste».

El polideportivo Daniel Cordido, en el barrio de A Piringalla, es el lugar de entrenamiento para estos deportistas. En estas instalaciones se entrenan todos los lunes y miércoles. «De seis a siete de la tarde tienen lugar las clases de iniciación para menores de 12 años y, de siete a ocho, es el turno de los mayores de esa edad, a los que se les imparte técnicas de perfeccionamiento», afirma Vanesa.

De los jóvenes que acuden a estas clases, algunos acaban de tener su primera experiencia en competición y lo hacen en dos categorías, individual y show. Esta última está experimentando un auge en los últimos tiempos. «Se trata de un concurso diseñado para que lo ejecute un grupo de patinadores. Se les puntúa según el contenido, la dificultad, el diseño del programa y la técnica del grupo, pero también se tienen en cuenta otros factores como la expresividad, la interpretación y el uso del vestuario y maquillaje para reflejar el tema de la música», indica la entrenadora.

En cualquier caso, Vanesa Parada destaca el buen ambiente que se vive en todas las competiciones, en las que «puede ser que seamos rivales en la pista, pero fuera de ella se hacen grandes amigos».

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