Consumo desaconseja el uso de mascarillas FFP2 en la población general

Asegura que solo están recomendadas para profesionales en contacto con el virus y colectivos vulnerables. Para el resto indica las higiénicas o las quirúrgicas
Una mujer con una mascarilla en una farmacia. EFE
photo_camera Una mujer con una mascarilla en una farmacia. EFE

El Ministerio de Consumo ha desaconsejado este jueves el uso de mascarillas tipo FFP2 en la población general y recordó que estas solo están recomendadas para profesionales en contacto con el virus y colectivos vulnerables bajo prescripción médica. 

Para la población general, el departamento que dirige Alberto Garzón sugiere el uso de las mascarillas higiénicas en el caso de las personas sanas y sin contacto con el Covid-19 y de las quirúrgicas para las personas que hayan resultado contagiadas, tengan síntomas o sean positivas asintomáticas. Todo ello siguiendo las recomendaciones de la comunidad científica y sin renunciar a las del Ministerio de Sanidad sobre distanciamiento físico e higiene

Las mascarillas FFP2, que la Comunidad de Madrid está distribuyendo gratuitamente en las farmacias, pueden dificultar la respiración más que las mascarillas higiénicas o quirúrgicas, por lo que Consumo advierte de que "personal no especializado puede tender a tocarlas y recolocarlas continuamente, con el consiguiente riesgo de contaminación". Además, las personas que realizan actividades físicas o algunas con dificultades respiratorias pueden no tolerarlas, por lo que Consumo insiste en que su uso, por quienes no son profesionales, debe realizarse con prescripción médica. 

Sanidad evaluará este viernes con las comunidades la obligatoriedad de mascarillas

Además, avisa de que puede generar una falsa sensación de seguridad, que relaje el mantenimiento del resto de medidas de seguridad y prevención de imprescindible cumplimiento, como son la distancia física y el lavado de manos. 

El ministerio recuerda que es imprescindible que todas las mascarillas contengan una etiqueta con la información obligatoria según la legislación aplicable. Esto incluye los datos relativos a su reutilización y, si procede, los usos permitidos y número de lavados que pueden hacerse sin que el producto se resienta, así como método de lavado de la mascarilla. 

En el caso de las mascarillas etiquetadas con la norma europea para equipos de protección individual, el embalaje debe contener datos del fabricante, clase de protección (FFP1, FFP2 o FFP3), la frase "véase la información suministrada por el fabricante", la indicación R o NR en caso de que sea reutilizable o no reutilizable, condiciones de almacenamiento, uso, limpieza, mantenimiento y desinfección. 

En lo referente a su certificación, el Ministerio de Consumo recuerda que antes de usar una mascarilla EPI, en caso de que incluya el marcado CE, hay que comprobar que está acompañado de los cuatro dígitos que indican la conformidad de un organismo notificado reconocido previsto en el reglamento UE (2016/425). 

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