Opinión

Conmoción con el inglés

ESTÁN LOS chavales de la selectividad, perdón Abau, que se suben por las paredes con el listening de inglés. Les sonaba a chino, decían, con el temita de los ascensores así de sopetón el primer día. Con tanta presión, este miércoles en el Vilar Ponte vivariense la olla acabó por reventar y hubo lloreras en casi todas las expediciones de los institutos, sobre todo entre los de la rama de ciencias que esperaban remontar con las matemáticas o la física.

La competitividad es tal, hay tantos chavales agobiados por aproximarse al 14 para estudiar la vida de sus sueños, que pasan estas cosas. Sería bueno que los correctores de la prueba lo tengan más claro que el índice de ascensores chinos. Nos hacemos cargo de que el nivel de inglés ha subido notablemente en estos años —a base de pagar clases particulares, claro está—, pero, ¿era necesaria esta vertiginosa aproximación hacia el C1? Ánimo, chavales, no queda nada. Las lloreras tampoco sirven ante las cribas de 1º de carrera, que alguna caerá. Miradlo por el lado bueno, tampoco era necesario poner que el ascensor más alto del mundo al aire libre está en China y tiene 320 metros. Imaginaos tener que escribir su ubicación (Bailong, Zhangjiajie). Algún año caerá. Cousas veredes. Y si no, al tiempo.

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