El confinamiento baja los suicidios en Lugo al mínimo de la última década

Pese a un repunte en agosto, las muertes autoinfligidas no llegan este año a la habitual media de uno a la semana. Los psicólogos temen, más que a la actual pandemia, a las consecuencias económicas que tendrá en un par de años
Un traslado al hospital. XESÚS PONTE
photo_camera Traslado al hospital.

El descenso de los suicidios se observó durante el confinamiento y parece confirmarse ahora, a algo más de dos meses para que acabe el año. Si no se produce un vuelco radical, el 2020 será el ejercicio con menos muertes autoinfligidas de la última década en Lugo. Por lo menos, lo está siendo hasta ahora, con un total de 36.

Lugo suele ser la provincia más suicida de Galicia y, en muchos ejercicios, también de España. Por regla general se produce una media de un suicidio a la semana; por tanto cuatro al mes, aunque se dan sustanciales variaciones anuales. Observando los últimos cinco años, por ejemplo, se ve que ha habido ejercicios con una media mensual que casi llega a los cinco -como el 2015 o 2019- y otros -como el 2016- con una que baja de 3 al mes. En concreto, en aquel ejercicio se registraron 2,79 mensuales. La media de 2020 está siendo hasta el momento de 2,33 al mes.

Los datos del actual ejercicio muestran algunos detalles llamativos. Según los recopilados por el Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) en Lugo en febrero no hubo ningún suicidio. En marzo se registraron 6, todos antes del confinamiento, y en abril, 1. Nadie duda de la influencia directa de la pandemia y sus medidas restrictivas. La reclusión obligada, una mayor sensación de acompañamiento, la falta de oportunidad o una especie de estado colectivo de contención, de espera, de postergación de los problemas individuales durante la primera ola pudo haber contribuido.

"Cabe la posibilidad de que de aquí a fin de año se incremente la frecuencia y lo acabemos con unas cifras similares a otros", admite el director del Imelga en Lugo, José Luis Cascallana. Pero tendrían que incrementarse muchísimo los casos en los próximos meses para que la media se asemejara a la de otros años.

Para Delia Guitián, psicóloga clínica de la unidad de salud mental de Lugo, los efectos de la crisis sociosanitaria se verán con más rotundidad a largo plazo, de aquí a dos años. "Ahora hay Ertes, hay quien puede seguir tirando de los ahorros... Será cuando esto repose cuando se verá el daño que cree toda la destrucción de empleo y cuánta gente se queda sin recursos", explica.

Recuerda que pasó lo mismo con la previa crisis económica. "En Lugo, en 2008 se seguía construyendo, empezó a haber ayudas, se pedían y se iba tirando. El descalabro llegó a partir de 2010", explica. Fue entonces cuando se empezó a ver cómo se traducía en un empeoramiento de los indicadores de salud y en "un incremento del sufrimiento". Ese fue un año con un número sobrecogedor de suicidios. La tasa española de muertes autoinfligidas era de 8 por cada cien mil habitantes. En 2010 fue en la provincia de 20 por cada cien mil.

Al margen del dato del descenso, otras características del suicidio en Lugo siguen idénticas a lo que sucedía en otros ejercicios. Como en el resto de Galicia, el perfil más común del suicida es el de un hombre. En otros puntos de la comunidad se trata con frecuencia de un hombre de mediana edad. En Lugo, generalmente, de un hombre de mayor edad, pasada ya la jubilación.

Así, según la memoria del Imelga del pasado ejercicio la media de edad del suicida gallego es 59 años, pero en Lugo se incrementa unos años y es de 63. En el caso de las mujeres, la edad media es de 61 en la comunidad y de 59 en el caso de la provincia.

En 2019 y a nivel gallego descendieron los suicidios en los meses de invierno y subieron los de verano. Este año, los ocurridos en Lugo tienen un patrón más desigual. Los peores meses fueron enero y agosto, con 7 muertes de este tipo en cada uno. Los mejores, febrero y abril, con 0 y 1 respectivamente, seguido de septiembre, con 2.

El informe del Imelga recoge el cambio de tendencia que supuso el 2019 en Galicia, cuando subió el número de suicidios después de dos años de bajada. Muy previsiblemente este ejercicio vuelva a descender.

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