Una aseguradora indemniza a un trabajador por diagnosticarle una dolencia que no tenía

Deberá compensarle con 30.000 euros, dado que este error le llevó al desempleo y sin prestación social al no sufrir enfermedad alguna

La aseguradora Mapfre ha sido condenada a indemnizar con 30.000 euros a una persona del municipio pontevedrés de A Estrada por diagnosticarle silicosis y declararla no apta para trabajar, una enfermedad que se demostró que no tenía, informó este viernes la asociación Defensor del Paciente.

El trabajador, de 40 años, tenía un puesto de duración determinada en una empresa constructora del trazado ferroviario de alta velocidad y en junio de 2014 otra empresa del sector de obra pública le ofreció un empleo por ser un especialista altamente cualificado, señala la citada asociación en un comunicado.

Indica que para ello "tuvo que dejar la empresa en la que trabajaba y acudir al servicio de prevención de Mapfre, que le practicó determinadas pruebas, y como resultado de la mismas declaró al trabajador no apto para el puesto de trabajo".

El diagnóstico planteaba que padecía "silicosis", una grave enfermedad del sistema respiratorio, por lo que "la nueva empresa no le contrató y ya había perdido el puesto de trabajo en la antigua empresa".

El trabajador, al quedarse sin empleo y en base al diagnóstico, pidió a la Seguridad Social una prestación de invalidez, pero ese organismo lo denegó al señalar que las pruebas practicadas determinaban que "no padecía silicosis".

Defensor del Paciente indica que "no solo hubo un error por parte de Mapfre en el diagnóstico de 'silicosis complicada'", sino que el diagnóstico fue "fruto de la mala praxis médica".

La sentencia del Juzgado 1 de Majadahonda, localidad donde tiene su sede Mapfre, señala que la médico autor del diagnóstico sobre silicosis "contravino las reglas de la lex artis, practicó pruebas insuficientes y no contrastó los resultados con otras pruebas", según la asociación.

Por ello condena a Mapfre a pagar 25.000 euros por el salario que el trabajador dejó de percibir y otros 5.000 euros más por el daño moral, además de las costas del juicio y los intereses.

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