Un hombre de 33 años de edad, natural de Rumanía, fue condenado ayer a nueve meses de cárcel por saltarse una orden de alejamiento y llamar a su exmujer.
El acusado había sido condenado por maltrato habitual y amenazas en el mes de abril de 2011 y el Penal número 1 de Lugo le impuso la prohibición de acercarse a la víctima o comunicarse con ella por cualquier medio durante once años.
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