El 13 de agosto de 2009 fue un día difícil para las brigadas contraincendios del sur de la provincia lucense. Desde la madrugada hasta la noche tuvieron que hacer frente a cinco fuegos forestales, que afectaron a varias parroquias de Monforte y A Pobra do Brollón. Este miércoles, L.P.F. se reconoció culpable de los mismos y fue condenado a dos años de prisión y a una multa de 1.920 euros, además de los 2.263 euros que la Xunta gastó en apagar los fuegos.
El acusado llegó a un acuerdo con la Fiscalía para evitar la celebración del juicio y una posible pena de cuatro años y medio de prisión, que era la solicitada en principio. Además, se retiró la acusación contra su esposa, a la que el ministerio público consideraba cómplice, ya que acompañaba a su marido en el Opel Kadett con el que recorrían las parroquias plantando fuego a las fincas con un mechero.
El primero de los incendios se detectó a en torno a las 5.00 horas del 13 de agosto de 2009, en el lugar de A Gándara, en la parroquia de Castroncelos (A Pobra do Brollón). Menos de media hora después se declaró otro en A Canteira, en Pinel; y a los diez minutos, otro en Escouredo, este ya en Valverde, en Monforte.
La febril actividad incendiaria de L.P.F. se mitigó con las luces del día para volver según cayó la noche. A las 22.10 horas del 13 de agosto se localizó un nuevo fuego en una finca de A Estación, en la parroquia de Abrence, también en Brollón, el mismo municipio que una hora después sufriría otro incendio, en este caso en Fornelas.
De todos estos fuegos se declaró culpable el ahora condenado, si bien en ninguno de ellos existió peligro para la integridad física de las personas y pudieron ser controlados sin grandes daños.
