El alcalde de Navia de Suarna, José Fernández, recordará mediante una notificación a los propietarios del castillo su obligación legal de conservar el patrimonio de este bien que desde el año 1994 tiene la consideración de BIC. Ese fue el acuerdo al que llegó tras la reunión que mantuvo este mismo mes con la directora de Patrimonio de la Xunta, María del Carmen Martínez Ínsua.
Esta reunión, solicitada a comienzos de septiembre, vino motivada por una serie de derrumbes que se produjeron en uno de los muros de la fortaleza, así como en la superficie rocosa en la que se sitúa. Esta situación crítica, que provocó el malestar de muchos vecinos ante el miedo a sufrir las consecuencias de un desprendimiento, convergió con la iniciativa de la asociación vecinal Irmandade Naviega, que nació recientemente con el fin de promover la recuperación de esta construcción medieval.
Desde la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural resaltan que la ley de patrimonio cultural de Galicia establece la responsabilidad de cuidar el patrimonio en sus propietarios, así como también la de tomar medidas para evitar cualquier riesgo en la población derivado de su deterioro. Por su parte, el alcalde de Navia de Suarna indicó que el no cumplimiento de estas funciones podrá acarrearles multas, que también están contempladas en la ley.
Para la asociación Irmandade Naviega, la solución está en la compra del inmueble por parte de alguna administración
Desde la asociación vecinal Irmandade Naviega valoran positivamente esta notificación, pero no la consideran un camino claro hacia la solución de la situación de esta construcción.
Y es que el castillo de Navia de Suarna está actualmente en manos de seis propietarios, sobrinos de un cura que dividió la construcción para dejársela en herencia. El que es un castillo medieval -sus primeras fuentes documentales son del 1037- funcionó en el siglo XX como un bloque de edificios por el que pasaron muchas familias que se vieron en la tesitura de tener que alquilar un piso en Navia.
Hoy en día, solamente dos de los apartamentos están ocupados en verano, y parece que para los propietarios tampoco resulta fácil asumir los enormes costes que supone cuidar un bien de estas características. Compradores, tampoco hay a la vista. El Concello tuvo un intento de hacerse con el castillo en la alcaldía de Vicente Flores, pero el acuerdo no se llegó a fraguar debido a las discrepancias de una heredera.
Ahora mismo, el actual gobierno municipal no contempla la adquisición del inmueble dentro de sus planes. "O ideal sería que algunha administración se interesase na súa compra, e se fixese neste lugar un museo, unha casa da cultura, ou mesmo que a casa consistorial se trasladase a este lugar", comenta Toño Núñez, que aún recuerda de niño repartir en las viviendas del castillo la leche que vendían sus padres. Él, que durante muchos años fue profesor en Palas de Rei, vio cómo el castillo de Pambre salió de una situación similiar para ser rehabilitado y recibir miles de visitas al año, por lo que se siente esperanzado ante la idea de que su futuro pueda cambiar.
