El gobierno local de Lugo ha informado de su decisión de aplazar hasta el mes de julio el pago del IBI, con el objetivo de “salvaguardar la liquidez de las familias y de las empresas” ante la situación provocada por el estado de alarma para frenar la propagación del coronavirus.
El gobierno local ha explicado que esta decisión supone aplazar de abril hasta julio el cobro de más de 22 millones de euros, correspondientes al pago de ese impuesto, “para no asfixiar las economías domésticas y empresariales”.
Esa medida, precisa el gobierno local, coincidirá en el tiempo con el desarrollo de esa línea municipal de ayudas a pymes y autónomos afectados por el paro obligatorio, a la que el gobierno local ha destinado 5 millones de euros.
La alcaldesa subrayó que estamos “en un momento complicado” en el que “casi todas las economías domésticas y los sectores productivos se pueden resentir por las consecuencias derivadas del confinamiento para frenar la propagación del coronavirus”.