Opinión

Con voz propia

En estos tiempos en que la política es para muchos una forma de vida en la que no sobreviven los mejores, sino los que hacen de la obsecuencia y la genuflexión hacia el líder su razón de ser, hay que valorar más que nunca a los que tienen voz propia. Uno de ellos es el profesor Pedro Puy Fraga, que ha sabido granjearse la simpatía y el respeto de sus compañeros, tanto de la bancada del PP como de la oposición. Sus palabras, nunca las más altas en cuanto al tono, son muchas veces las más elevadas en forma y contenido. Culto sin ser pedante e incisivo sin perder la corrección, su voz ha vuelto a escucharse con nitidez esta semana cuando ha manifestado su postura favorable a la exhumación de Franco, aunque, eso sí, matizando que debería haberse acometido de otra manera. ¿Un verso suelto en su partido? ¿Un outsider? No, una persona coherente con sus principios y su forma de entender la vida.

Llegó la exhumación 

Aunque sería deseable que se hubiera acometido la retirada de los restos de Franco con un mayor consenso y sin un uso electoralista, resulta difícil justificar en un país democrático que un dictador haya permanecido en un mausoleo 44 años.

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