¿Cómo ahorrar en el recibo de luz?

La Ocu calcula que la factura media subirá apenas 5 euros este mes si tras el temporal los precios de la electricidad vuelven a la normalidad. En "el peor de los casos" serían 20 euros más
Bombillas halógenas. INTERNET
photo_camera Bombillas halógenas. INTERNET

El precio de la electricidad en el mercado mayorista, que representa un 35% del recibo que pagan los consumidores acogidos a la tarifa regulada, continúa el rally alcista que emprendió con la llegada de la borrasca Filomena y de la ola de frío que tiene bajo cero a buena parte de España. Hoy será la segunda jornada más cara en lo que va de año después de la del viernes —con una cotización media de 89,9 euros por megavatio hora y picos superiores a los 112 euros en algunos momentos del día—. A la espera de ver cuánto dura esta escalada, no está de más recordar qué medidas pueden tomar los hogares para reducir el consumo y hacer la cuesta de enero más llevadera.

Bombillas y electrónica

Algunos trucos resultan obvios, pero muchas veces no se ponen en práctica. Un ejemplo es aprovechar al máximo todas las horas de luz natural con las persianas y cortinas abiertas y tener prendida la luz solo si es estrictamente necesario. El tipo de bombillas que se usan también repercute en la factura. Este puede ser un buen momento para cambiar las incandescentes o halógenas por LED, pues permiten ahorros importantes al usar menos energía para funcionar. Otro consejo es reducir el número de bombillas por estancia, pues muchas veces hay lámparas que llevan más de las necesarias y focos de luz muy seguidos.

En plena era digital, también se puede proteger el bolsillo cuidando el manejo de dispositivos electrónicos, con tácticas como cargar la batería al completo y en modo avión, no dejar los aparatos en modo standby o sustituir las pantallas normales por LCD. 

Calor y electrodomésticos

Ahora que se tira más de la calefacción para combatir el frío existen algunos gestos sencillos para mantener el calor en casa sin que la factura te deje congelado. Uno de ellos es no pasarse con la temperatura: cada grado menos permite ahorrar hasta un 11% de energía. En lugar de poner el termostato en 24 grados e ir en manga corta, es mejor abrigarse y bajar a 21.


El uso de los electrodomésticos también es una cuestión a tener en cuenta. Algunas claves son no abusar del horno, aprovechar el calor residual de la vitrocerámica para acabar de cocinar, evitar abrir y cerrar el frigorífico con frecuencia  y poner la lavadora a una temperatura de entre 40 y 60 grados.

Evolución del precio de la electricidad en el mercado mayorista. Europa Press

Ojo con la potencia y tarifas

Revisar la potencia eléctrica contratada es otra recomendación, pues normalmente supera la necesidad real de consumo. Se trata de una unidad que limita el número de aparatos que se pueden tener enchufados al mismo tiempo sin que salte la luz. Lo que se debe hacer es sumar el gasto de todos los dispositivos eléctricos del hogar para conocer la potencia necesaria. El horno, la lavadora y el lavavajillas son los electrodomésticos que más potencia necesitan, así como la calefacción eléctrica.

Tener contratada una tarifa de discriminación horaria también ayuda. El mecanismo es sencillo: el precio del kilovatios hora es más barato por el consumo realizado en determinadas horas —entre las 22.00 y las 12.00 horas en invierno y una hora después en verano—, a cambio de pagar algo más el resto del día. La clave está en concentrar gran parte del consumo en la franja más económica. Estas tarifas son grandes desconocidas, pues solo el 5% de usuarios las tienen.

Están al alcance de los hogares  que tienen contratada una tarifa indexada al mercado mayorista —a los que afecta la actual subida de precios del megavatio hora y que representan el 40% del total— y los que están en el mercado libre, donde generalmente se pacta un precio fijo con la compañía. Ahora que la electricidad se ha puesto por las nubes, es posible que muchos consumidores se planteen si compensa cambiarse de las primeras a las segundas, algo que desde la asociación Ocu desaconsejan.

Explican que la tarifa regulada —PVPC— "sigue estando entre las mejores del mercado". Los consumidores acogidos a ella sufrirán una subida este mes, pero "se verán beneficiados rápidamente cuando, en breve, los precios se reduzcan". En cambio, sostienen que con una tarifa fija hay familias que pagan a luz "a precio de temporal durante todo el año".

Además, coinciden con el Gobierno central —que descarta bajar el Iva de la luz— en que el encarecimiento de la electricidad en el mercado mayorista "no supone tanto" en el monto global de la factura. Según sus cálculos, en el peor de los casos, si los "elevadísimos" precios de la semana de temporal se mantuvieran todo enero, el recibo medio subiría 20 euros respecto a diciembre. Si la cotización de los once primeros días del mes se extiende hasta el 31, la factura se elevaría en 13 euros. Y, si vuelve a la normalidad en cuanto se vaya este frío, serían 5 euros más. 


Generar energía más barata
También ayudaría que llueva y haga viento, pues aumentaría la generación a partir de fuentes renovables como la hidráulica y la eólica, que son más baratas. Sobre esta última, la Asociación Eólica de Galicia (Ega) destaca que es "la mejor herramienta de la que dispone España para reducir la factura". Destaca los avances en los sistemas de almacenamiento de esta energía para disponer de ella "incluso cuando no sople el viento".
 

Comentarios