Cuando la preocupación sobre el futuro del pequeño comercio se extiende, a raíz de la crisis económica generada por la pandemia de la Covid-19, y en el sector temen cierres y calculan que las ventas no se recuperarán hasta fin de año, una joven pareja abrió a principios de este mes una tienda de ropa y calzado en O Cádavo. Manuel Fernández López y Jeniffer Alves Balea son como los irreductibles galos de la aldea de Asterix, dispuestos a luchar contra los gigantes del textil y de internet para recordarnos que donde hay comercio hay vida, ya sea en una ciudad o en un pequeño municipio rural.
Jennifer Moda abrió sus puertas el 1 de junio, justo cuando echaban a andar los negocios después de mes y medio de cierre. El comienzo fue esperanzador. "As dúas primeiras semanas viñeron moitas persoas a coñecernos e preguntarnos se íamos seguir a mesma liña de traballo e de tendencias de moda que a anterior propietaria, algo que estamos a facer", explica Manuel Fernández.
Esta joven pareja alquiló el local de Susana Moda, a la persona que lo regentó en las últimas tres décadas. "Enterámonos de que estaba dispoñible e non o dubidamos. Pensamos que se trata dunha liña de negocio que pode ter continuidade e engadimos algunhos servizos máis", afirma Fernández.
El negocio da ahora un pequeño giro. Mantiene la línea de tienda de ropa generalista, especializada en moda para mujer y juvenil, y le añade calzado. También prestarán servicio de reparación de calzado y harán labores de tapicería, trabajos en los que tiene experiencia Manuel.
La intención de estos jóvenes emprendedores era abrir en el mes de marzo, pero la crisis sanitaria les obligó a aplazar el arranque. Son conscientes de que "non son bos tempos, pero a acollida da xente dá ánimos", manifiestan. También confían en mantener una serie de clientes fidelizados por la antigua dueña.
Aunque tras el cierre de negocios tras la pandemia "había moitas compras adiadas e iso nótase", explica Manuel Fernández. Desde su punto de vista, la sociedad tiene ahora un mayor aprecio hacia el comercio de proximidad. "A xente está concienciándose da importancia que teñen os comercios locais para a vida e a actividade dos pobos. Son un signo de vitalidade", indica.
