El comercio arranca en Lugo su actividad con timidez y entre medidas de seguridad

Librerías, mercerías, ópticas y tiendas de ropa y calzado infantil abrieron solo con cita previa ▶ El servicio de recogida de comida en restaurantes tuvo muy poca demanda y oferta en Lugo
O Baúl Branco. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera O Baúl Branco. VICTORIA RODRÍGUEZ

La apertura del comercio el primer día de la fase 0 fue muy tímida en Lugo y restringida a aquellos clientes que habían solicitado cita previa para ser atendidos. Pocos fueron los comercios del centro que decidieron este lunes dar el paso y acoger a los primeros clientes. Las compras se ciñeron a alguna librería, óptica, tienda de ropa y zapatería infantil y mercería. Las ferreterías —que este lunes reiniciaron su actividad en el resto del país— abrieron también en Lugo pero como lo hicieron durante el confinamiento dado que en Galicia la Xunta permitió su apertura, según indicó una de las dependientas de la ubicada en el mercado de Quiroga Ballesteros.

Gloria Fuertes, propietaria de la librería Lectocosmos, encaraba su reapertura tras el confinamiento con una botella de lejía para limpiar dos veces al día los suelos y el mostrador, otra más de gel hidroalcohólico para que los clientes se desinfecten las manos y varias llamadas telefónicas al instalador de mamparas para proteger el mostrador. “Estoy un poco estresada porque son muchas cosas a la vez y estoy sola, pero opté por reducir el horario a de diez a una y de seis a ocho para poder hacer todo un poco más llevadero”, indicaba esta empresaria.

Gloria calcula que cada cliente puede echar de diez a quince minutos en el local y, en base a eso, fue dando cita. “Hay gente que ya tenía ganas de venir porque para algunas personas la lectura es una necesidad. De hecho, hicimos varias entregas a domicilio todo este tiempo”, afirmaba.

En el exterior, esperando su turno para poder entrar, estaba Jesús. Llevaba diez minutos a la puerta, pero encantado de la vida por salir de casa y rodearse de libros. “Si hay que esperar, se espera, pero prefiero venir a comprar que hacerlo por internet. Por muchas razones: por apoyar al pequeño comercio, por salir de casa y porque vengo a buscar algo determinado que aquí lo voy a encontrar”, manifestaba este cliente. En alguna óptica, recibieron a los compradores también solo bajo demanda y por la mañana. Otras, en cambio, están ultimando los preparativos todavía para ofrecer la mayor seguridad a sus clientes.

Algunos comerciantes postergan la apertura por miedo a perder las ayudas a autónomos y los hosteleros prefieren esperar a junio

Ese es el caso de Óptica De la Torre, que abrirá el próximo lunes. “Estaremos tres personas trabajando y otra más en la puerta midiendo la temperatura con un termómetro láser. Ofreceremos al cliente mascarilla, guantes y tendremos también una alfombra bactericida en la puerta. Además, pondremos mamparas que suben y bajan en los mostradores y dejaremos un aparato de ozono que desinfectará el local por la noche”, explica Berta de la Torre, la gerente, que lleva veinte días adaptando su local.

También este lunes en la tienda de ropa infantil O Baúl Branco ultimaba preparativos y abría, bajo cita previa, Puri Méndez. “Aproveché para quitar la ropa de invierno, que todavía estaba en los expositores, y meterla en cajas porque cuando nos fuimos pensábamos que iba a ser cosa de una semana”, dice esta empresaria.

Puri asegura que la moda infantil fue uno de los sectores donde está habiendo más demanda “porque los niños crecieron en estos dos meses”, explica.

En esta tienda, ofrecen toallitas desinfectantes al entrar, además de guantes, gel y calzas para los pies. Los probadores se desinfectan a diario varias veces y la ropa que se pruebe estará 48 horas al aire libre.

El sector de la moda infantil está teniendo demanda porque algunos niños dieron el estirón en el mes y medio de confinamiento

La Federación de Comercio asegura que es vital ofrecer confianza al consumidor a nivel sanitario “para que entre sen medo nos comercios”, indica su presidente, José María Seijas, quien añade que el sistema de cita previa “non funciona a nivel comercial porque moitas ventas son por impulso”.

A su vez, José Luis Pérez, de Lugocentrum, expone que muchos comerciantes todavía no abrieron “porque tienen miedo a perder los Ertes y las ayudas de autónomos”. Por eso, dice, “va la cosa despacio ya que hay muchas dudas”.

El sector de la hostelería esperará una semana más para abrir aunque este lunes se podía ir a recoger la comida a los restaurantes. Pese a eso, solo dieron este servicio los que ya hacían entregas a domicilio. “Poucos viñeron, a xente prefire que lle levemos a comida á casa. Estamos facendo máis pedidos ca antes”, indica Mónica Ramos, de la parrillada A Fonsagrada.

El presidente de los hosteleros, Cheché Real, asegura que es preferible esperar un mes antes de abrir las terrazas al 50 por ciento. “Abrir a perdas non compensa. Tamén deberiamos ter uns protocolos de hixiene e os Ertes deberíanse prolongar seis meses”, propone.

”Moitos nenos medraron durante a corentena”, explican Sonia Cáceres y Yaiza Arias, de la tienda de ropa infantil Colorín Colorado de Sarria

MONFORTE. Marta y Auria González, de la tienda de dietética Santiveri, abrieron este lunes al público con mamparas en los mostradores para tratar de ofrecer a su clientela la mayor protección.

VILALBA. Antía Naveiras, de la tienda de ropa infantil Carapuchiña Vermella, en Vilalba, recibió ya a sus primeros clientes con cita previa, con la “incerteza” de saber cómo organizarse y qué medidas adoptar para protegerse del coronavirus.

VIVEIRO. La propietaria de Piti Deportes en Viveiro, Dolores Pérez, tuvo un día “relativamente bo” ,con un buen número de citas de clientes concertadas, que pretendían prepararse para los próximos entrenamientos . El uso de mascarilla ya es algo “natural”.

SARRIA. ”Moitos nenos medraron durante a corentena”, explican Sonia Cáceres y Yaiza Arias, de la tienda de ropa infantil Colorín Colorado de Sarria, donde atendieron a un cliente cada media hora.

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