Opinión

Cinco años

NADIE QUE no sea inocentón cree que una banda de delincuentes va a esperar in situ y aborregada cinco años para comparecer resignada en juicio. Cinco años se tardó en enjuiciar en Lugo a cinco ladrones de nacionalidad rumana, cuatro mujeres y un hombre, que el 2013 perpetraron un hurto frustrado por la Policía en un centro comercial de la ciudad, siendo arrestados. Pusieron, claro, pies en polvorosa. Se trata de un hecho menor por la cuantía del botín, no consumado, pero la banda acumulaba antecedentes por hechos parecidos en diversos puntos de España. O sea, no son angelitos. Lo que desespera, aun con ser frecuente, es la cachaza de un juzgado de lo Penal en instruir un episodio menor que, por su contenido procesal, debería de haberse sustanciado, tratándose de un delito flagrante, en un juicio rápido, ya que las peticiones del fiscal eran inferiores a cinco años. O hubo algún inconveniente legal o no se entiende. Para los efectos, es más o menos igual, pues al ser peticiones mínimas, la vista no se suspendió, y el castigo no pasa de ser un paripé legal, pero enturbia y acredita una vez más la lentitud de la Justicia, que todos critican y nadie soluciona.
 

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