Las tablas publicadas este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (Ine) también muestran una discrepancia de datos frente al número de fallecimientos comunicado por la Consellería de Sanidade, puesto que los certificados médicos de defunción registran 719 víctimas entre los meses de marzo y mayo, incluyendo tanto las que tenían el virus "identificado" como las que eran sospechosas de padecerlo. Son alrededor de un centenar más que las que computaba la Administración gallega para ese trimestre.
En concreto, los informes diarios de la Xunta refirieron hasta mayo un total de 616 muertes de personas contagiadas con covid-19. Es el grueso de una primera ola a la que, en junio, se añadieron otros tres últimos decesos —uno en Lugo, otro en Vigo y otro en Ourense—. Luego, la comunidad estuvo casi dos meses sin víctimas relacionadas con el coronavirus.
Enfrente, el Ine expone en sus estadísticas —aún con carácter provisional— que los documentos médicos notificaron 643 fallecimientos de pacientes con la infección confirmada. Ya solo este conjunto supera a los 616 contabilizados por Sanidade, pero es que, a mayores, se le suman otras 76 defunciones de personas sospechosas de estar contagiadas.
Desde el departamento autonómico —que en ese periodo todavía encabezaba Jesús Vázquez Almuiña—, alegaron este jueves que el cómputo de las víctimas mortales de la pandemia se realiza siguiendo las pautas dadas por el Ministerio de Sanidad a las autonomías para la recopilación general de datos oficiales. Así, los médicos en la comunidad "solo validan" en un programa informático los casos que cuentan con una PCR positiva.
Sea como fuere, los números del Ine revelan que, hasta mayo, la tasa bruta de fallecidos con covid- 19 en Galicia por cada 100.000 habitantes se encontraba en 23,8, una ratio muy por debajo de la media española, del 68,8.
Sanidade alega que sigue las pautas del Ministerio y que los médicos "solo validan" en un programa informático los casos con PCR positiva
El organismo estatal detalla asimismo el lugar donde se produjo cada óbito. De estas 719 víctimas totales, la gran mayoría, 503, perdió la vida cuando estaba ingresada en un centro hospitalario. Otros 159 se registraron en otro de los principales focos de la pandemia, las residencias sociosanitarias. Destaca que 44 perecieron estando en su domicilio. Es, proporcionalmente, la principal localización donde se ubican las muertes de sospechosos de portar el virus, 25. Por comparar, en los hospitales fueron 38, es decir, solo el 7,5% dentro de esa categoría.
Además, el Ine señala que hay una decena de fallecimientos para los que "no consta" el sitio donde acontecieron, mientras que los dos que restan ocurrieron en "otro lugar" distinto a los anteriores.
LUGO, DONDE MÁS SUBE. En términos porcentuales, Lugo es la provincia gallega donde se observa una mayor diferencia estadística, aunque también se debe a que su cifra de víctimas era la menor de las cuatro. Sanidade trasladó 27 en marzo, abril y mayo, en tanto que el Ine cuenta 42 —once de ellas solo sospechosas—, lo que se traduce en un incremento del 55,6%. Una treintena fueron en hospitales, por nueve en viviendas particulares y dos en residencias.
En Ourense el aumento fue del 16,5%, al elevarse de 133 a 155. En A Coruña —donde cabe el matiz de que el área sanitaria de Santiago abarca algunos concellos del norte de Pontevedra— suben de 309 a 354 (+14,6%) y, en Pontevedra, de 149 a 168 (+12,7%).
