Opinión

Ciclos de la literatura medieval europea

Con el asentamiento de las lenguas romances van surgiendo, del siglo XI al XIII o incluso XIV, una serie de obras literarias, cuya influencia se extiende en ocasiones por varios países europeos. Se pueden distinguir tres o cuatro grandes corrientes o ciclos, formados por distintos autores, algunos anónimos, algunos conocidos. Así tendríamos los poemas épicos o cantares de gesta, las narraciones del ciclo bretón sobre el rey Arturo y los caballeros de Tabla (o Mesa) Redonda, la lírica del amor cortés de los trovadores provenzales y los primeros libros de caballerías.

Además del Cantar del Cid (s. XII o XIII), los dos principales cantares de gesta europeos son el francés la ‘Chanson de Roland’ (s. XI) y el alemán Los Nibelungos (conservado en una copia del s. XIII), todos anónimos. El primero tiene como héroe a Roldán, sobrino de Carlomagno y muerto en el desfiladero de Roncesvalles. Influyó sin duda en el Cantar del Cid, del que se diferencia por ser menos histórico y realista. Los Nibelungos es de una violencia feroz y sus protagonistas son Sigfrido y las implacables Brunilda y Krimilda, que se mueven entre pasiones y sangrientas venganzas. Wagner se inspiró en este poema para su grandiosa tetralogía El anillo del Nibelungo.

El rey Arturo, el mago Merlín y los caballeros de la Tabla Redonda son protagonistas de muchas narraciones, también en verso, en torno a los siglos XII y XIII, tanto en Inglaterra como en Francia e incluso en Alemania. Entre los caballeros artúricos destacan Lanzarote (o Lancelot) y sus amores con la reina Ginebra, y Perceval (o Parsifal en la obra de Wagner), ambos caballeros protagonistas de la búsqueda del Santo Grial. La apasionada historia entre Tristán e Isolda está emparentada con todo este mundo legendario y en ella se basó también Wagner para una ópera. Pero, hablando de influencias artúricas, sería imperdonable no citar aquí esa deliciosa recreación o invención que es ‘Merlín e familia’, de Cunqueiro.

Los libros de caballerías, los primeros best-seller europeos, tienen origen medieval aunque triunfan tarde en España, ya hacia el Renacimiento, y es El Quijote, con la parodia que hace de ellos, el que les da la puntilla. Su relación con el ambiente y la mentalidad del ciclo artúrico es evidente: caballeros todos, a fin de cuentas.

La lírica de los trovadores provenzales, de gran refinamiento e inspirada principalmente por el amor cortés (platónico) a una dama, llega a España a través de Cataluña y encuentra espléndido paralelismo en las cantigas galaico- portuguesas. Terminemos aclarando que juglar es quien recita en público composiciones de variado origen, más bien popular. En cambio el trovador es un autor, generalmente cortesano.

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