LUGO. Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil investigan el vertido excesivo al río Miño de agua procedente del aliviadero de la depuradora de Lugo y que no recibió el tratamiento habitual al que se someten las aguas residuales.
Según confirmó a este periódico el presidente de la Confederación, Francisco Marín, se detectó que en la Edar de Lugo se superaron a finales del pasado año los límites permitidos de caudal que se puede destinar al aliviadero, una parte de la planta a donde son enviadas las aguas pluviales cuando, debido a las fuertes lluvias, la cantidad que llega a la Edar supera la capacidad de bombeo. En los aliviaderos, el agua recibe un «tratamiento primario», según Marín, por lo que están establecidos unos límites, en base a los niveles de precipitaciones, a partir de los cuales no se puede enviar más agua al río desde esta zona.
El presidente de la CHMS explica que el incumplimiento de esta limitación está siendo analizado por los técnicos, por lo que confirma que en caso de que se determine que hubo una infracción «se debería de abrir un expediente sancionador».
Esta investigación coincide con el reciente informe del ente Augas de Galicia que concluye que «tanto la valoración global de la calidad de explotación, como la valoración global de la Edar son muy deficientes».
Mientras, el PP tildaba ayer a los socialistas de «mentirosos compulsivos» por decir que no es competencia del Concello la gestión de la Edar.
