China producirá el primer dron anfibio a partir de un ultraligero 'made in' Galicia

Una empresa china se llevará el mérito de ser la primera del mundo en producir un dron anfibio para uso comercial, pero en realidad el ADN de esa pionera aeronave no tripulada es gallego. Y es que Shanghai UVS Intelligence System ha utilizado como base para desarrollar ese vehículo aéreo uno de los ultraligeros fabricados por la compañía gallega Colyaer, la única que queda dedicada a esta actividad en España, desde sus instalaciones en Portonovo.

La sociedad shanghainesa contactó con los responsables de esta firma, especializada en modelos de aviación deportiva, ante su interés por adaptar una de sus máquinas, diseñadas para ser guiadas por un piloto a un sistema de movimiento por control remoto, y el proyecto cristalizó. El diseño exterior del dron anfibio es prácticamente idéntico al del Freedom S100, el avión creado por Colyaer, y tiene el mismo motor e instalación eléctrica. Los cambios realizados para convertirlo en una nave no tripulada están en el interior, en la cabina, donde se instalaron servos para el control remoto del dron, según explicaron en declaraciones a AGN fuentes de la empresa.

El resultado es el U650, un avión capaz de transportar 250 kilos que la compañía asiática empezará ahora a producir en serie con la pretensión de lanzarlo al mercado a partir de 2018. El primer vuelo de prueba se realizó ya hace casi dos años en aguas de China central y la respuesta fue buena.

Con un fuselaje de fibra de carbono y 5,85 metros de longitud, este dron es en realidad un hidroavión pequeño sin tripulantes capaz de volar hasta 15 horas a una velocidad de 180 kilómetros por hora. Esta información parte de Shanghai UVS Intelligence System, que señala entre los posibles usos para la aeronave el envío de mercancías a islas y otros territorios especiales o la detección de submarinos.

El germen de este proyecto industrial está en Galicia, concretamente en las instalaciones de Colyaer, una empresa con más de 20 años de experiencia en el campo de la aviación ligera y cuyos modelos han despertado el interés de otras empresas por convertirlos en aviones no tripulados. De hecho, la mayor compañía de defensa israelí, Meteor Aerospace, se basó en otro de sus aviones, el Martin 3, para desarrollar sistemas no tripulados con diversos fines militares y para la protección de fronteras e infraestructuras.

La garantía de vuelo y resistencia aerodinámica que ofrecen las aeronaves tripuladas existentes hacen que aquellas empresas que trabajan en el lanzamiento de las que operan sin piloto las usen como base. Las dos que han recurrido a los modelos de Colyaer son extranjeras, a pesar de que Galicia alberga un centro tecnológico para el desarrollo de drones en Rozas.