Cerrar una televisión

EL PRESIDENTE DE VALENCIA decidió cerrar Canal 9, la televisión valenciana. La concepción de contenidos y la gestión de ese canal condujeron a este desenlace. Canal 9, con alguna otra televisión, es por su trayectoria y por su endeudamiento un ejemplo de lo que no debe hacerse con un medio público. A la hora de enjuiciar, hay que diferenciar la concepción como servicio público de la mala praxis como la que representa Canal 9. Una televisión pública está legitimada en aquellas comunidades con lengua propia, Galicia por ejemplo, entendida esa televisión como instrumento para mantener viva esa lengua. Y está justificada también como palanca dinamizadora de una industria audiovisual autóctona que ha de buscar además otros mercados.

DENTRO Y FUERA

El presidente del cava catalán Freixenet afirma que sufren boicot «dentro y fuera» de Cataluña.Dentro, por expresar su posición contraria a la opinión dominante independentista. Fuera, en el resto de España, por ser un producto catalán. Es la representación de la histórica, silenciada e ignorada «tercera España», la que se situó antes, en y después de la contienda civil fuera de la polarización de los dos bandos. Esa «tercera España» vuelve a darse hoy ante el hartazgo de la consigna y el exabrupto. En la cuestión catalana actual hay quienes de uno y otro lado alimentan los extremos para impedir el encuentro y la comunicación. En este país, y no solo con Cataluña, sigue siendo una necesidad dar espacio, oportunidad y oídos a la moderación y al encuentro. Hay comportamientos de medios de comunicación y políticos que abonan con entusiasmo la radicalidad por la vía del sentimiento y el tópico.

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