Blog | El Ojo Público

Cazafantasmas

Título original: GHOSTBUSTERS

Director: Paul Feig

Reparto: Melissa McCarthy, Kristen Wiig, Leslie Jones, Kate McKinnon 

Calificación: 3/4 

LOS AÑOS ochenta son el refugio sentimental de toda una generación que hoy es (o debería ser) adulta y responsable. Si los políticos conservadores apelan al Espíritu de la Transición como tótem acrítico de todo momento fundacional, sus votantes se refugian en la cultura popular que generaron unos años más bien turbios, pero que están guardados con cariño en un lugar reservado de nuestro corazón. La música, el cine y hasta la publicidad de aquellos maravillosos años son monumentos a la nostalgia, muñecos de cera que deben permanecer exactamente igual que como los recordamos, y quien ose dudar de ellos será penado con el mayor de nuestros desprecios. 

‘Cazafantasmas’ es uno de los títulos más emblemáticos de esa época. Apenas recuperado en treinta años –en los que habría que incluir una secuela olvidada, una serie de animación para televisión y algunos intentos de videojuego– Paul Feig y Kattie Dippold llevaron a su terreno el mito y, en realidad, cruzaron la memoria de Harold Ramis y Dan Aykroyd –también productor en esta– con su forma de entender la comedia. Pero este cruce no es inocente. Generó un buen número de conflictos entre los guardianes de las esencias y la obra propuesta desde el primer fotograma del primer minuto del primer tráiler. Y todo porque las protagonistas eran cuatro mujeres. No importó que allí estuviesen dos de las mejores actrices cómicas de este siglo (Kristen Wiig y Melissa McCarthy) ni que Feig haya demostrado oficio e imaginación para construir comedias intensas, divertidas y muy mordaces. Los años ochenta estaban siendo insultados en sus raíces más profundas. 

‘Cazafantasmas’ usa la iconografía y los recuerdos del título antiguo como base y plantilla. Sobre ello se levanta una comedia que se divierte con los roles de género, dándoles la vuelta y situando en el centro de la acción a cuatro mujeres que acaban formando una sororidad, un grupo bien avenido en el que los lazos de confianza y amistad son los auténticos protagonistas. El villano es un ‘freak’ solitario y enfadado con el mundo que elabora un plan para acabar con él, abriendo un vórtice en el mismo centro de Manhattan. Para redondear la metáfora, Chris Hemsworth representa la cosificación masculina, un cacho de carne reducido a unos musculitos sin cerebro. 

Feig y Dippold actualizan una película a la que el tiempo respetó con dignidad. ‘Cazafantasmas’ se siente deudora de todo el legado anterior y se deja limitar por él, pero echa por tierra algunos de los tópicos de la comedia de acción que precisamente nacieron en aquellos años ochenta.

Comentarios